Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Ricardo Ferro

En esta Semana Santa bisiesta, la peor en mi vida desde que me encomendaron estos tres huevitos, he decidido prender una vela a cada uno de ustedes para que intercedan por mí ante el Padre Celestial, y para que escuchen fervorosamente estas súplicas y se apiaden de mí, así:

¡San Nicolás, patrono de los niños te quiero pedir que no sigan muriendo de hambre más pequeños en La Guajira! Aunque mi Gobierno contabiliza 500 y mis críticos dicen que son 5 mil, reconozco en el silencio de esta carta que es el peor indicador humanitario de estos casi 6 años de mandato.

¡Amada Santa Lucía, dame visión! a este paso tendré que decretar el apagón y no sé cómo hacerlo sin tener que explicar qué pasó con los 14 billones del cargo de Confiabilidad que se han recaudado. Ojalá acepten la excusa de que todo es porque el ahorro no llega al 5%.

¡San Expedito, tú que salvas las causas perdidas y urgentes, dame sabiduría porque se viene otro ‘conejo’ el 23 de marzo. No firmaremos el Acuerdo Final con la guerrilla. La cosa se me embolata. La visita de mi hermano no funcionó. Haz que crean en el otro calendario que resulte!

¡Santísimo San Miguel Arcángel, líbrame de los enemigos, la envidia y la maldad. Que la salida de La Haya logre por un lado aplazar los apetitos nicaragüenses sobre San Andrés y por el otro desviar las miradas de los efectos del último Paro Nacional y mi caída en las encuestas!

¡Oh San Ramón Nonato, que no obren contra mí las malas lenguas ni los chismes. Envíame dos buenos comodines para la terna y que la elección meritocrática de Néstor Humberto en la Fiscalía pase sin originar murmullos!

¡Adorado San Pancracio, que atraes el dinero, el trabajo y la prosperidad, haz que el desempleo no suba más, que la economía crezca por encima del 3% y que desaparezcan de las mentes pesimistas los 4 mil millones de dólares perdidos en Reficar. Permite que por fin valoren el lícito olfato para los negocios de varios familiares de mis Ministros!

¡San José, santo de las familias, apiádate y mándame la fórmula para adelantar mi moderna y justa Reforma Tributaria sin que los ciudadanos piensen en sus casas que están en un país que los empobrece y en el que es inviable hacer empresa!

¡San Antonio, creador y defensor de las parejas, deja que Vargas Lleras regrese, pero sumiso, obediente y hogareño. Quítale de la mente la palabra divorcio y que en cambio me eche una manito con la terminación de las 100 mil viviendas, las vías 4G y el guiño con la guerrilla!

¡Y San Alejo, tu que espantas todas las malas influencias y energías, no permitas que triunfen el 2 de abril los Uribes, los Londoños, los José Obdulios, los Zuluagas, los Hassanes, las Gurisatis y todo el 78 por ciento que no me quiere y obra para que no les salga nadie a la marcha que me programan!

Se los pido, con toda devoción y cariño, su siervo, Juanpa.

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