Carta abierta al señor Alcalde de Ibagué
Doctor Guillermo Alfonso Jaramillo, los ibaguereños hemos quedado estupefactos con las declaraciones de quien ha venido estando al frente del Gpad, Iván Mantilla, relacionadas con una presunta orden suya a los funcionarios de la Alcaldía para que se opongan y atraviesen a las obras y gestiones de la Gobernación en la ciudad.
Consideramos que esa directriz, de ser cierta, es odiosa, egoísta y envidiosa, no con el Gobernador, sino con cerca de 600 mil ciudadanos que habitamos la capital tolimense.
Evitar que la Gobernación tape un hueco, arregle calles o construya polideportivos con una justificación mezquina como lo expresó Mantilla, no sería administrar en beneficio de la comunidad, y mucho menos “Con todo el Corazón”, como lo prometió a las 65 mil personas que votaron por usted.
El pasado viernes en la genuina tarima ambiental que desde hace ocho años viene en aumento, y que Usted pareciera querer hábilmente cooptar para un calculado fin electorero nacional, hizo alusión a “la cuota inicial”, claro que en otro contexto, porque de evidenciarse ese castigo que a la postre significaría para los barrios privarlos de esas obras, aquello se podría terminar convirtiendo es en “la Cuota inicial”, pero de una verdadera revuelta comunitaria y social nunca antes vista en la Capital Musical.
Primero fue la pataleta del show de la foto del hueco en el Hotel Ambalá, a la misma se sumaron los suplicantes radicados de los funcionarios del Palacio del Mango y a todo lo anterior ahora hay que agregarle las contundentes declaraciones a los medios de su exdirector de Emergencias Mantilla.
Por ello, en nombre de miles y miles de ibaguereños, esta es una invitación pública para que la Administración municipal propenda por el otorgamiento de los permisos, viabilidades y autorizaciones a que haya lugar para que los recursos y acciones que provengan de otras entidades del nivel regional o nacional no se vayan a perder en el presente cuatrienio.
Alcalde, el cargo que ostenta usted en este momento lo hace un ibaguereño más, así no lo sea de nacimiento, y por lo mismo si en verdad desea “Construir un nuevo país con un nuevo pensamiento de revolución y cambio” como lo expresó en el Parque Murillo Toro es necesario que se depongan odios, ambiciones y mezquindades, para no terminar “Gobernando y odiando, con todo el Corazón”.
Saque de banda: El abogado Iván Ramírez en días pasados me manifestó su deseo de llegar al Congreso de la República, y en ese contexto me evidenció sus preocupaciones en el hecho de que la consulta popular minera termine convirtiéndose en una plataforma electoral.
Considero yo, sin con ello pretender defender los intereses políticos que pudiera llegar a tener Ramírez, que lo ideal sería que quienes participen activamente en el proceso de la consulta, dejen de lado cualquier aspiración electoral, de lo contrario se podría confundir la ciudadanía sobre el objetivo real del ejercicio democrático.
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