La culpa no es de la moto

Ricardo Ferro

Después del revuelo causado el pasado miércoles con la extensión de la prohibición del parrillero hombre en Ibagué, se presentó una cinematográfica escena que involucró a dos sicarios, una víctima, un escolta y miles de transeúntes que a diario se encuentran en los alrededores de la Catedral de Ibagué. Todo terminó con un delincuente dado de baja, otro capturado, un herido y una agenda noticiosa en torno a un hecho inédito en la Capital Musical.

Pero mas allá de los callos que pueda pisar en el gremio de los motociclistas la prohibición del parrillero por incumplirse una promesa electoral y las consecuencias económicas que trae a hogares en los que este medio de transporte es usado a diario por hermanos, padres e hijos mayores, tíos y sobrinos, etc., llama la atención cómo de inmediato la opinión pública termina justificando la medida y atando una cosa a la otra, sin importar qué ocurrió primero.

Y así como erróneamente se quiere presumir que dos hombres en una moto son un peligro para la ciudad, algunos concluyen equivocadamente que la culpa de la accidentalidad y los trancones es exclusivamente de los motociclistas.

La realidad es otra, porque mientras no se genere unas políticas públicas sistémicas en materia de movilidad, difícilmente vamos a avanzar hacia unas soluciones que cambien el escenario actual.

Es indispensable que así como se debe construir andenes, ciclorrutas y vías vehiculares tradicionales, se comience a considerar espacios para las motocicletas, porque antes de señalar y culpar a más de cien mil personas (entre conductores y parrilleros) que utilizan las motos como su principal o único medio de transporte, se debe incorporar soluciones y presupuesto, partiendo de dos premisas: la seguridad vial y la inclusión social.

No podemos desconocer que las vías fueron diseñadas para otros medios de transporte, con otras características, otras dimensiones y, por lo mismo, en lugar de estigmatizar a los motociclistas, hay que tenerlos en cuenta como unos actores relevantes.

La movilidad debe repensarse, y en lugar de continuar en el error de pretender que coexistan en las vías las motos con los demás medios de transporte, se deben hacer o destinar carriles exclusivos para los motociclistas de manera que se disminuya la accidentalidad, se reduzcan los tiempos de desplazamiento para todos los medios de transporte y, lo más importante: se salven vidas humanas.

La otra alternativa es continuar llenando de restricciones la ciudad, hacerla menos competitiva y poco a poco menos vivible, porque mientras se siga a punta de pañitos de agua tibia, los problemas tarde que temprano se irán desbordando.

Saque de Banda: Se le dijo, se le advirtió y se le recomendó al Alcalde que no fuera a despedir mujeres embarazadas, pero no hizo caso. Ahora, además de haber puesto en riesgo la vida de madres e hijos, se tendrá que pagar las indemnizaciones respectivas. Pero con todos los antecedentes todavía hay quienes se preguntan si los dineros saldrán de los ibaguereños o del pecunio del funcionario…

Comentarios