Gabinete, prepagos y chuzadas

Ricardo Ferro

A un excongresista con poca recordación en el Salón Elíptico por sus debates o proyectos de Ley pero sí por su abultada pensión, le acaban de nombrar su señora en una apetecida gerencia. ¿Le estarán premiando sus descalificaciones a críticos y opositores? ¿O acaso lo estarán bonificando por sus silencios falderos de varios años?

Joven ingeniero, militante del liberalismo, que atacó por radio y teclas a quienes como yo nos atrevimos a pensar diferente, accede a las mieles de la burocracia. Aunque pareciera que su nombramiento tuviera un maquiavélico doble sentido: por un lado te premio…por el otro te coloco en la dependencia mas olvidada en mi gobierno.

Y que decir de otro ingeniero, exgerente seccional de una EPS, exsecretario de un alcalde Liberal al que dejó en el ojo del huracán, mientras él pudo vivir 10 años sin depender de un sueldo. El personaje se subió al bus de los francotiradores poco antes de la elección y recibió colombina contractual de 25 millones.

El ‘inocente’ remesón incluye además a un enigmático exuniformado que ingresará al gabinete. Al hacer un par de llamadas a Bucaramanga para preguntar cuál fue su huella, me remitieron a notables familias que presuntamente fueron víctimas de escuchas ilegales.

Sobre la nueva adquisición de esta administración, no estaría de más oír directamente de la querida Familia Galvis, admirados hombres de medios, accionistas incluso de EL NUEVO DÍA, cuál fue la calificación ciudadana a este servidor público tras su paso por la Ciudad Bonita.

Lo anterior, considerando que el diario Vanguardia escribió en su momento: “Luego, el actual director del DAS del Valle del Cauca cuando dirigió esta misma entidad de seguridad en Santander protagonizó un escándalo por la presunta interceptación ilegal de llamadas telefónicas a esta casa editorial por lo que fue trasladado al DAS del Quindío”.

Lo que también me informan reporteros de Ibagué, es que un concejal, por allá a principios de siglo, llegaba a las sesiones con aparente rictus paranoide, primero miraba hacia La Dulima, después al Palacio de Justicia, después daba cuatro pasos rumbo al puesto de guardia, desenfundaba un arma, descargaba los proyectiles, los daba a guardar con la chapuza y posteriormente subía a su curul.

A propósito de paranoia, ¿Será que los escándalos derivados de sobrecostos de alumbrados navideños y pesebres, contratos a dedo con lazos familiares, firmas de muertos en escrituras, funcionarios mal posesionados, masacres laborales con echadas de mujeres embarazadas y los vientos de revocatoria que comenzaron a soplar con las Cabañuelas, dispararon los delirios de persecución?

De no ser así, entonces sería bueno aclarar que descalificar opositores con asesores y opinadores ‘prepago’ y/o ‘pospago’, atacar en redes sociales con ‘niños rata’ y falsos perfiles, nombrar en cargos claves a ‘sabuesos’ en la interceptación y, posesionar a carnales y aduladores para asegurar semáforo en verde en temas neurálgicos, no son una ‘Combinación de todas las formas de lucha’ sino una ‘mera coincidencia’.

Solo falta que se pida interceptar los teléfonos de gobernantes, periodistas y abogados que resulten ‘incómodos’…

Sin embargo son más y más los que comienzan a ver la piel de oveja que se cae y desnuda al lobo y a expresarse y a denunciar de una manera valiente. Invitación a todos a estar vigilantes y unidos para defender los supremos intereses de nuestra querida Capital. ¡Y el que tenga miedo, que adopte un perro!

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