Crisis arrocera: ‘Colombia siembra’ pero no vende

Ricardo Ferro

De la crisis actual por la que pasa el sector arrocero tres cosas me quedaron claras tras haber sostenido una charla con Gonzalo Sarmiento, una de las personas en el país que más saben sobre el tema.

Primero: no tiene sentido importar arroz del Ecuador en momentos en los que tenemos el mayor excedente histórico.

Segundo: el programa ‘Colombia siembra’ debe sustituirse por uno que se denomine ‘Colombia vende’ porque otro año como el actual no lo aguantan los arroceros del país.

Tercero: si el Gobierno no acompaña al sector arrocero en temas estructurales como el riego y la tecnología para la postcosecha, vamos a terminar inundados por arroz de Estados Unidos y de otros países que tengan acuerdos comerciales con Colombia al respecto.

No tiene razón de ser que se vaya a importar arroz de Ecuador después de 13 años de no hacerse, y precisamente cuando vamos a cerrar el presente año con un excedente equivalente al doble que estratégicamente deberíamos tener.

Pero es que, adicionalmente, hay que tener en cuenta que mientras la tonelada de arroz en el país está sobre los $960.000, el cálculo que se efectúa para el arroz procedente del Ecuador ya puesto en Colombia, a juicio de expertos en la materia, es de cerca de $1’050.000. Así las cosas, no es razonable que haya quien se le mida a importar arroz para perder dinero. Eso, a menos que estemos ante una ‘lavandería’.

El segundo aspecto tiene que ver con el programa ‘Colombia siembra’, que con bombos y platillos el Gobierno nacional vendió a los arroceros para que se sembraran cien mil hectáreas adicionales. La realidad por cuenta de las importaciones legales y el contrabando es que el país consume tres millones de toneladas de arroz al año, y en la vigencia 2017 se va a terminar con un total de tres millones 750 mil toneladas, es decir, un excedente de más de 700 mil toneladas.

Con este panorama, para calcular la producción nacional en 2018 habrá que tener en cuenta que entrarán cerca de 130 mil toneladas de arroz de los Estados Unidos por cuenta del TLC, más el excedente de este año, de lo que es claro que en una planeacion juiciosa no se deberían sembrar más de 500.000 hectáreas, de manera que se pueda atender el consumo proyectado en 250.000 toneladas por mes y se tenga un excedente estratégico que no supere las 400.000 toneladas.

Por último hay que revisar el tema estructural. No podemos ser competitivos si solo contamos con un 28% de la tierra con agua durante todo el año mientras en países que en la próxima década podrán vender arroz en Colombia con 0% de arancel tienen más del 80% de la tierra dedicada a la siembra de arroz con este tipo de ventajas.

En el mismo sentido hay que revisar las tasas de interés aplicables para el sector, así como todo el capítulo referente a la postcosecha, porque en las condiciones actuales el negocio terminará siendo rentable únicamente para unos pocos.

Dos millones de colombianos derivan sus sustento del negocio del arroz, y como están las cosas, o se le manda un salvavidas al sector por el Gobierno nacional o nos preparamos para un año peor que el actual con las graves consecuencias que esto tendrá para la ya golpeada economía del país.

Comentarios