El escándalo de 2011 en medicina

En Colombia, el país ha sido testigo de los graves escándalos de corrupción desde que se aprobó la Ley 100, ley que seguirá vigente, a pesar del clamor para que sea desmontada.

En noviembre de 2011, la doctora Maryam Jafari aceptó ante un juzgado de los Estados Unidos haber recibido un sobre con la suma de 420 dólares, unos 800 mil pesos colombianos, de parte de una compañía de exámenes de Rx, ecografías, TAC y resonancias magnéticas, por haber referido un paciente para determinados exámenes. En el transcurso del juicio reconoció haber recibido otros dineros por valor de tres mil dólares (seis millones de pesos) por otros pacientes referidos. La investigación no se adelantó solamente contra la Dra. Jafari, sino contra otros 13 médicos acusados de recibir sobornos por el equivalente a 100 millones de pesos colombianos. Tanto la compañía de exámenes, denominados por imagen, así como los médicos han alegado inocencia, entre ellos un gastroenterólogo, quien al parecer recibió cuatro millones de pesos por cinco exámenes.

Los entes de justicia a cargo del caso manifiestan que es un juicio complejo, puesto que lograr las plenas pruebas no es tarea fácil. Pero prometen seguir adelante. Han designado una cantidad considerable de agentes de inteligencia, de policías y fiscales para tratar de probar una de las prácticas más nefastas y vergonzosas de la actual y comercializada medicina: recibir dinero, viajes, regalos o dádivas por parte de los médicos por formular determinados medicamentos o enviar pacientes a laboratorios corruptos.

De acuerdo con las investigaciones, que llevarían a la cárcel a 14 médicos y empleados de la compañía de imágenes, la práctica de sobornos “pago por paciente enviado” se inició en 2010. La compañía llevaba un récord de los pacientes y los exámenes practicados. Las “mordidas” variaban según el tipo de examen; más por una Tomografía o un Ecordiograma, menos por unos simple Rx. La compañía pagó 100 millones en un periodo de dos meses, entre octubre y noviembre de 2011. Según el investigador, lo que los pacientes esperan es ser referidos al mejor servicio y no a la mejor mordida. Esta investigación y otras más sucedidas en 2008, 2009 y 2011 están en curso. De probarse el dolo, los doctores pueden afrontar varios años de cárcel.  

Infortunadamente, los casos de corrupción y falta de ética no son la excepción. En Italia, hace unos años un titular de prensa sorprendió a la opinión pública: “La clínica del horror. Un grupo de médicos italianos extirpaba senos por un simple nódulo y arrancaba medio pulmón por una pleuritis para multiplicar sus ganancias con cirugías. Los jueces de Milán comenzaron a interrogar a los protagonistas del escándalo de la clínica Santa Rita de la ciudad, considerada una verdadera "carnicería" por las atrocidades cometidas. Unas 86 personas fueron operadas injustificadamente con el solo objetivo de ganar dinero a través de los reembolsos”.

Actualmente hay médicos, enfermeras y directivos detenidos por este escándalo.

El deterioro de la ética médica como una de las consecuencias de la comercialización de la medicina y la salud, así como la ambición de algunos profesionales por enriquecerse a costa de sus pacientes, no es infortunadamente algo aislado y poco frecuente. En Colombia, el país ha sido testigo de los graves escándalos de corrupción desde que se aprobó la Ley 100, ley que seguirá vigente, a pesar del clamor para que sea desmontada.    

Fuente: Medscape Medical News, Joseph Mancano.

Credito
PABLO ISAZA

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