Si en el pasado la medicina tenía ciertas reservas en cuanto al consumo de café y su relación con el sistema cardiovascular, parece, según investigaciones llevadas a cabo en centros de estudio calificados, que ahora se tienen buenas noticias para los tomadores de café. Son varios los estudios que apuntan en esta dirección.

Un estudio realizado por investigadores franceses ha demostrado que  beber té o café se asoció con una reducción pequeña pero estadísticamente significativa en la presión arterial sistólica y diastólica. Además, consumir té y café también se asocia con una reducción significativa en el ritmo cardíaco, aunque las reducciones del ritmo cardiaco fueron mayores con té. El Dr. Bruno Pannier del Centro d’Investigations Préventives et Cliniques, París, Francia, director de la investigación sobre consumo de café o te, decidió llevar a cabo el estudio dado que investigaciones han sugerido una relación entre el consumo de té y café y la presión arterial. Algunos han sugerido un beneficio, mientras que otros no encontraron ninguna relación entre el consumo de té, café y presión arterial. La investigación se realizó en  437,176 personas  entre los 16  y los 95 años de edad; todos tenían un examen médico anual a partir del año 2001 hasta el 2011. Los participantes fueron clasificados en tres grupos: aquellos que no bebían  café o té; aquellos que bebían de una a cuatro tazas y aquellos que bebían más de cuatro tazas. Se preguntó  a cada persona, mediante un cuestionario, cuánto café o té bebían por día.

En general, el café se consume con más frecuencia que el té; en el estudio  los hombres fueron más dados tomar café, mientras que las mujeres eran más comúnmente bebedoras de té.  Después de efectuar ajustes en cuanto al habito del cigarrillo, el consumo de café y té se asoció con una reducción significativa en la presión arterial sistólica y diastólica. El estudio francés, según el Dr. Pannier, demuestra que el café y el té son una importante fuente de flavonoides en la dieta;  estos compuestos pueden mejorar la dilatación de las arterias (vasodilatación). 

En otra investigación llevada a cabo por la Dr. Elizabeth Mostofsky de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Estados Unidos, se  señala al café como protector del corazón, al menos cuando se consume con moderación. El estudio llevado a cabo en personas que no habían sufrido infarto de miocardio encontró que tomar cuatro tazas de café proporciona una cardioprteccion y que ésta  disminuye cuando se toman cinco tazas o más. La Dra. Mostofsky explica que las guías médicas sobre que el café  eleva el riesgo de enfermedad cardiaca deben ser revaluadas. De hecho, el nuevo estudio  concuerda con abundantes estudios que encuentran menor riesgo de diabetes, accidente cerebrovascular y otras  condiciones de salud con el aumento del consumo de café. La explicación al menor riesgo de insuficiencia cardiaca es indirecta, según la Dra. Mostofsky;  quienes padecen diabetes tiene mayor riesgo de enfermedad del corazón y si el café actua sobre la diabetes, por esta vía se disminuirá la enfermedad del corazón.