¿Qué es realmente el Ébola virus, causante de una enfermedad que se creía confinada a las zonas más pobres de Africa y que hoy atemoriza al mundo? La enfermedad por Ébola, anteriormente conocida como fiebre hemorrágica de Ébola, es un mal raro y mortal causado por la infección con una de las cepas de virus que puede causar enfermedad en humanos y primates no humanos (monos, gorilas y chimpancés). La enfermedad es causada por la infección con un virus de la familia Filoviridae, género Ebolavirus. Existen cinco especies identificadas, de las que cuatro son conocidas por causar enfermedad en seres humanos: Virus del Ébola (Zaire ebolavirus); Virus de Sudán (Sudán ebolavirus); Virus del bosque de Taï (bosque de Taï ebolavirus, anteriormente Côte d ‘ Ivoire ebolavirus), y Bundibugyo virus (Bundibugyo ebolavirus). El quinto, virus Reston (Reston ebolavirus), ha causado enfermedad en primates no humanos, pero no en seres humanos.

Al momento de escribir esta columna se habían presentado 10 mil casos en África Occidental con una letalidad cercana al 60%. Han muerto cuatro mil personas y el virus está ya en Europa y los Estados Unidos. Epidemiológicamente el Ébola Virus ha avanzado en 38 años, cuando sucedió el primer caso, desde las regiones selváticas de África hasta Madrid, España, Texas y New York en los Estados Unidos. ¿Por qué ha sucedido esto en un mundo lleno de avances científicos y tecnológicos?

Las respuestas pueden ser muchas pero tres parecen ser las fundamentales: la primera, el Ébola virus es una enfermedad “huérfana”, es decir que no cuenta con vacunas ni tratamientos específicos, ya que se dio en los países más pobres del mundo. Los laboratorios transnacionales no producen vacunas y medicamentos para vender a pobres. La población de Liberia, Costa de Marfil y Guinea no cuenta con recursos ni siquiera para comprar antibióticos.

La segunda, desprendida de la primera es que el Ébola virus se hubiera podido combatir con buenos programas de salud pública incluyendo la vacunación y la educación para la salud. Sin embargo, tampoco se contaba ni se cuenta con médicos epidemiólogos y de salud pública que diseñaran y ejecutaran los programas para neutralizar las al menos 30 epidemias que se han presentado desde 1976. La tercera causa es la ausencia casi total para el tratamiento de las personas infectadas. En todas las epidemias la mortalidad fue mayor al 65%.

No importaba mucho porque se morían pobres en África.

Hoy cuando Nueva York, una de las capitales del mundo, está aterrorizada con el Ébola virus, se sabe que hace una década, en 2004, científicos de Estados Unidos y Canadá habían reportado la creación de una vacuna ciento por ciento efectiva en monos (primates) de experimentación. Los maravillosos resultados fueron publicados en la prestigiosa revista de medicina ‘Nature Medicine’ en junio de 2005 por un grupo de 14 investigadores que estimaron que la vacuna estaría lista para ser aplicada en humanos entre 2010 y 2011.

Occidente está amenazado. Pronto tendremos vacunas, tratamientos y recursos para poner a raya el Ébola virus.