La crucifixión de Jesús de Nazaret (II)

Pablo Isaza Nieto

Jesús de Nazaret fue juzgado y condenado por los judíos. Fue entregado a los romanos para que fuera torturado hasta la muerte. Además de Caifás y Anaas la sentencia de tortura, fue confirmada por los representantes de las 12 tribus de Israel: Daniel, Raban, Raban Segundo, Joan, Benciar, Barbas, Isabec, Presidom. Por el Sumo Sacerdocio, Raban, Judas, Boncasaion; por los fariseos, Rolian Simón, Daniel, Brabán, Morgadin, Boncertaceli.

Caifás que sirvió como Sumo Sacerdote por espacio de 10 años, ordenó el arresto de Jesús y presidió el juicio antes de la confirmación por parte de la corte judía, el Sanedrín.

La coronación de espinas fue una mas de las torturas física infligidas a Jesús. Los numerosos vasos sanguíneos de la frente, heridos y desgarrados, fueron causa de la importante cantidad de sangre perdida como resultado de la penetración en la piel de las filosas espinas de la planta “Ziziphus Spina Christi” con la cual fue hecha la corona que tenía además un significado de burla.

Camino del Calvario. El recorrido de la puerta Antonina al Calvario posiblemente fue de un kilómetro por un camino de tierra lleno de baches. Se ha estimado que Jesús llevó el travesaño de la cruz con un peso de entre 50 a 75 libras, al menos una parte del camino, cayendo y levantándose para caer nuevamente.

A la llegada de Jesús en el Calvario, exhibe un aspecto pálido, como mascarilla, está extremadamente débil, tiene sed severa y su cuerpo entero es sacudido por el dolor. Estos síntomas son de una etapa temprana del shock hipovolémico, disminución de la sangre circulante en el organismo.

Existe mucha controversia del sitio en donde fueron puestos y martillados los clavos que perforaron sus manos. Observaciones de médicos forenses que se han dedicado a estudiar donde realmente fueron situados, encuentran, luego de hacerlo en un brazo amputado de una persona muerta en accidente, que no pudo haber sido en la palma de la mano ya que al poner un peso de 88 libras esta se desgarró. Esto cotejado con cálculos matemáticos revela que si se suspende el cuerpo con los brazos en un ángulo de aproximadamente 65 grados con relación a una línea vertical, la palma de la mano se desgarra por el peso del cuerpo. Las huellas de la mano herida de Jesús encontradas en el Santo Sudario de Milán señalan que los clavos fueron situados en la parte posterior de la mano donde esta se une a la muñeca. Luego de más observaciones se encontró que el clavo pasó por el espacio en medio de los huesos de la muñeca entre los huesos semilunares.

La muerte se debió a las secuelas de la flagelación, la hemorragia y la deshidratación. El factor más importante fue la asfixia progresiva causada por deficiencia del movimiento respiratorio lo que precipitó un paro cardiaco, causado por la asfixia severa, debida a la fractura deliberada de la tibia y el peroné. Finalmente una ruptura del corazón causada por una lanza puso fin a sus sufrimientos.

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