La Calle: Del mantenimiento preventivo

En el Tolima tenemos gran cantidad de carreteras que hay que cuidar. Hay desde vías concesionadas y carreteras nacionales, hasta trochas y caminos de herradura bajo responsabilidad de los alcaldes.

Ellos saben, o deben saber, que el mantenimiento de vías no se limita a la superficie de rodadura (pavimentada o no). El mantenimiento debe contemplar una franja ancha, a lado y lado, para corregir en ella y en sus comienzos los pequeños problemas que, si se dejan sin atención debida, provocarán grandes derrumbes en un par de semestres.

Desde hace hartos años se ha procurado generar empleo rural, dando trabajos de mantenimiento básico a los vecinos de la vía. Para ello se crearon unas cooperativas y los vemos en las grandes carreteras, debidamente uniformados, haciendo podas a las bermas y limpieza a las cunetas. Eso está muy bien y el trabajo de poca tecnología con fuerza humana local tiene un importante factor multiplicador en la economía del sitio. Lo que uno se pregunta, al verlos, es ¿porqué no están en todas las vías municipales y departamentales? Es triste pasar por carreteras pavimentadas pero invadidas en carriles completos (no exagero) por las ramas de los arbustos que crecen a la vera del camino. La inversión estatal en las vías de comunicación no se puede limitar a la que permite inauguraciones para el cobro de réditos políticos. Los votantes también observamos si se mantienen los activos del común o si sus administradores, alcaldes y gobernador, los dejan deteriorar y perder.

Si la nación contrata como a 300 cooperativas de trabajo asociado, uno se pregunta si les han ayudado a crecer como empresa. La limpieza que realizan puede evolucionar a otras tareas. Si se les enseña a “leer” la carretera, ellos pueden, diariamente, informar de los problemas que comienzan a desarrollarse. De manera que el responsable de la vía pueda ordenar el correctivo sencillo con la misma cooperativa o el trabajo más técnico con otros, si el daño lo aconseja. Pero no esperar a que se desarrolle un derrumbe costoso de retirar y complejo de reparar. Y pongo un ejemplo: Si el podador observa que un cultivo, ladera arriba, tiene una manguera que deja escapar agua permanente, puede informarlo para que se repare el chorrito y no se entrape el suelo y se derrumbe al saturarse fácilmente con las próximas lluvias.


Las vías principales tienen sus dolientes, eficaces o no. Los alcaldes deberían tener, entre sus prioridades más altas, el mantenimiento preventivo de carreteras y caminos. Porque el campesino debe transitar por trochas y caminos de herradura sin cunetas funcionales, con enormes cárcavas atravesadas o empantanados y llenos de maleza a lado y lado. Si cada alcalde contrata y entrena a una o más cooperativas de su municipio con unos 25 asociados en promedio, generarían unos mil empleos para el Tolima y mejorarían muchísimo las vías para facilitar el transporte y venta de los productos del campo.


Otra cosa: ¿Alguien ha sabido algo de la licencia ambiental para el túnel en Gualanday? ¿Será que la expiden en 2013?


Credito
JULIO A. LONDOÑO B.

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