La Calle: ¿Quién manda en las vías?

Para todos está claro que en las vías quien manda es la autoridad de tránsito. Y esta autoridad, en Ibagué, se le ha encargado a la Policía nacional.

 Y como es, precisamente, la Policía la que posee y debe ejercer esa autoridad, uno espera que cualquier uniformado de esa institución tome de su cuenta el incidente de tránsito que sea. La verdad, es que los agentes que no son de “tránsito” eluden la situación mientras argumentan que no es de su resorte. Entonces, el ciudadano pierde confianza al acercarse al policía porque no sabe si es “competente” o no para atender su petición de ayuda, ante un raponazo, ante la flagrancia del conductor que pasa en rojo o para atender a la abuelita que tropezó y cayó en la calle.

Pero para dirigir el tráfico, la situación en la capital del Tolima es tenaz. Resulta que, aquí, quien manda no es la Policía. Vaya usted a la carrera Segunda entre 9 y 10, y encuentra que un tipo armado de garrote es el que decide si un vehículo se estaciona y dónde (pese a las señales de prohibido estacionar) y decide si un carro puede pasar o no, mientras él se atraviesa en la calzada. ¿Ya se ubicó, querido lector? Estoy hablando de un sitio a media cuadra del despacho del Alcalde.


Otro ejemplo, de muchos, se da en la carrera Primera con calle 13. Un señor con muleta y perrero se atraviesa en la Primera para que los carros no pasen, mientras que unas busetas que se estacionan al lado de la clínica por la 13 maniobran a su antojo y se impide el libre tráfico de alto volumen en la carrera, luego de recibir luz verde en el semáforo de la 14. Tierra de nadie (Bueno, tierra del señor de la muleta).


Alegra ver cuando la Policía dirige y facilita el tránsito en intersecciones concurridas. Pero se pierde la fe cuando resulta suplantada por quienes se arrogan jurisdicción como autoridades de tránsito. No se siente alegría cuando, como si estuviéramos en Cúcuta, hay quienes se toman para sí, sin pago oficial, funciones que corresponden al Estado. ¿Cuál es el negocio de estos personajes?


Otra cosa: Qué tristeza ver las fotografías en EL NUEVO DÍA y en Q’hubo de los huecos nuevos en las vías recientemente “recuperadas”. Aunque el contratista deba repararlas de su pecunio, habla muy mal de sus procesos de aseguramiento de la calidad. ¡Ay de la carrera Quinta! en manos de los mismos.

Credito
JULIO A. LONDOÑO B.

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