La Calle: A actuar sobre el Combeima

Dieron a conocer el “Estudio de amenaza natural, vulnerabilidad y escenarios de riesgos en los centros poblados de Villarestrepo, Llanitos, Juntas, Pastales, Pico De Oro y las bocatomas Combeima y Cay por flujos torrenciales en la cuenca del Río Combeima”.

Estudio que tipifica la vulnerabilidad de los pobladores y de las obras, pero no de la cuenca. Es decir, nada nos expresan sobre el impacto que la población tiene sobre las fuentes de nuestro acueducto; ¡del acueducto de medio millón de personas!

Según pudimos leer en EL NUEVO DÍA del viernes pasado, el estudio revela que 148 casas deben ser reubicadas del Combeima. Y un señor Vaca, vecino del cañón, expresó que “no se trata de reubicar a estas personas en la ciudad”. Posición respetable la del señor Vaca, quien tiene todo el derecho a expresar su aspiración, pero la autoridad está en la obligación de llevar a estas 148 familias a vivir en condiciones satisfactorias por fuera del Cañón del Combeima. Si es posible, en otras zonas campesinas donde puedan continuar en un entorno parecido al actual y donde puedan aplicar sus destrezas y habilidades para continuar con la vida. Otras familias querrán que los trasladen al casco urbano de Ibagué y así tendrá que hacerse.


Hay que preguntarse: ¿Ya reubicaron y dónde a los damnificados de la creciente en Juntas de octubre de 2012? Estos, ¿hacen parte de la lista de 148 casos por atender? Por supuesto, el gobierno debe apropiar los medios para que las víctimas potenciales trasladen sus sitios de habitación afuera de la cuenca. Habría que buscarles sitios de reubicación, preferiblemente rural, de manera que se disminuya la presión sobre la geología y el ecosistema del Combeima. Si el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) se va a reformar este año, es el momento para que se establezca que en la cuenca mayor del río Combeima no pueden existir nuevas construcciones arriba de Chapetón, ni se pueden reformar las existentes. Solamente se admitiría el mantenimiento mínimo para conservar habitable lo que ya está, mientras el Estado ejecuta un plan agresivo de compra de predios hasta llegar a una densidad mínima de población, que no sea agresiva con la naturaleza.


Lamento sobremanera que, en lo que he conocido del estudio mencionado al principio, no se haga referencia a la amenaza antrópica o del hombre sobre el cañón. Ojalá sea cierto aquello de que “Necesitamos empezar a actuar, pero debemos hacerlo todos. No más estudios de ahora en adelante”.


Otra cosa. No cambiaron el sentido de la carrera Primera y Segunda, las busetas siguen armando tremendo trancón en la Primera desde la 19 a la 15 y, ahora, como se vio el viernes a las 6:30 pm, hacen tres filas (por tres carriles en calzada y media) e impiden, junto con los estacionados en el cuarto carril (el del sur), el libre tránsito de los automóviles, taxis y demás vehículos. Mientras tanto, los policías, lelos mirando el estropicio.

Credito
JULIO A. LONDOÑO B.

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