Señales de tránsito

Alegra al espíritu observar que, al menos en un tramo de una calzada de la Avenida Ferrocarril, han demarcado los carriles con líneas blancas.

Alegra al espíritu observar que, al menos en un tramo de una calzada de la Avenida Ferrocarril, han demarcado los carriles con líneas blancas.

Ibagué es una ciudad hostil con los conductores foráneos, para no meternos con los locales. Cuando se llega a la ciudad, por cualquiera de sus tres entradas principales, quien no conozca con detalle las vías, se pierde tratando de guiarse por las muy escasas señales de tránsito, de las del tipo informativo.

En primer lugar, la zona de pico y placa no está demarcada. El conductor desprevenido se pasa de la calle 25 hacia el centro sin que en ese límite, ni cerca, haya suficientes y enormes vallas que le adviertan del ingreso a la zona restringida ni del turno de las placas para cada día. 

Y si el visitante, o un local, en hora y día de su pico y placa quieren ir, por ejemplo, del estadio o las piscinas a la zona alta del barrio La Pola, por ninguna parte hay señales que le indiquen la forma de atravesar el centro de la ciudad, restringido, para completar su periplo.

Faltan muchísimas señales, horizontales y verticales, en nuestras calles. Vaya por la Avenida 60 en su extremo sur. No hay nada que le diga hacia dónde va si gira a la izquierda ni a la derecha. Quien no conozca la ciudad, queda perplejo en ese punto.

Las cebras en los pasos peatonales están borradas en su mayoría, los semáforos peatonales funcionan de manera intermitente y no hay autoridad que conmine al peatón a respetar estos ni a usar aquellas. 

Muchos taxis y particulares irrespetan las zonas peatonales como vemos todos los días en los cruces de la tercera peatonal, así como también vemos el paso imprudente de los peatones, en los mismos sitios, cuando su semáforo está en rojo. En donde se construyeron pasos peatonales de adoquín de ladrillo, hay deterioro y no se observa actividad de mantenimiento. No esperemos a que se acabe el material. Quitemos el adoquín, remplacemos las capas de afirmado y repongamos los adoquines. Es fácil.

Vemos muchas señales averiadas u obsoletas. Quitemos estas y remplacemos aquellas. Si hay buena señalización, y se ejerce la autoridad para que se cumpla el Código de Tránsito, podremos mejorar la movilidad en Ibagué.

Otra cosa. "Muchos de esos periodistas entre porro y porro y entre pase y pase tienen el deporte de estigmatizar a quienes no aceptamos determinadas ideologías": Procurador Yo no soy, exactamente, un periodista. Apenas opino de las cosas de mi terruño. Pero me ofende en forma personal que el Señor Procurador General de la Nación, en acto público y en uso de su investidura, generalice y exprese que muchos, ¿la mayoría?, ¿casi todos?, de quienes escribimos en los diarios y hablan en radio y televisión, de manera profesional o no, somos drogadictos. Dice el adagio que el ladrón juzga por su condición.

Credito
JULIO A. LONDOÑO B.

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