Salir del centro - I

Si uno quiere ir del centro de la ciudad hacia abajo, al oriente, tiene básicamente tres opciones (¡solo tres!) que son: ir por la Avenida Guabinal (saliendo por la calle once), o tomar la Carrera Quinta, o bajar por la Carrera Segunda y empatar con la Avenida del Ferrocarril.

Si uno quiere ir del centro de la ciudad hacia abajo, al oriente, tiene básicamente tres opciones (¡solo tres!) que son: ir por la Avenida Guabinal (saliendo por la calle once), o tomar la Carrera Quinta, o bajar por la Carrera Segunda y empatar con la Avenida del Ferrocarril. 

Miremos lo que pasa al tomar esta última opción, que debería comenzar por la Carrera Primera bajando, opción que se le negó a la ciudad por ceder al interés de unos pocos comerciantes con visión obtusa de su mercado.

En el centro, hay huecos atrás de la Gobernación, estacionamiento indebido y estorboso entre la once y la quince e invasión de la vía por carretillas de ventas ambulantes (que son estacionarias). 

Más abajo, entre 15 y 16, un escape de agua ya impide el uso de un carril, después de hartas semanas de estar botando agua tratada (así no hay como disminuir el índice de pérdidas en la red de acueducto). Y ya que del Ibal se trata, en la calle 19 con Segunda, hace varios meses intervinieron el alcantarillado desde el pozo en medio de la carrera y hacia la Tercera. 

Pues lo dejaron a medio tapar, sin asfalto, lo que lo ha convertido en una trampa profunda que le quitó a la carrera Segunda dos tercios de su capacidad por lo que se genera disminución grave en la velocidad de operación de esa vía.

Agravado porque, unos pocos metros abajo, hay otro hueco que ocupa todo el ancho del carril que Ibal no intervino. Y para llegar a la 19, hay otro par de cráteres en medio de la calzada.

Enhorabuena que taparon otros huecos en la Glorieta del Ferrocarril. Esta es una tarea que debe ser permanente debido a los problemas que tiene la estructura del pavimento en el sitio. Ojalá se puedan asignar recursos para su arreglo definitivo en corto plazo. 

Continuamos Ferrocarril abajo hasta la calle 37 y encontramos invasión de andenes para actividades de taller, vemos andenes discontinuos o inexistentes, y huecos pequeños y aislados en la calzada, que si se arreglaran mejorarían la operación de la vía.

Pero en la 37, hay un hueco viejo que se atraviesa al cambiar el semáforo y no deja que el tráfico fluya veloz. Y en la 39 hay dos huecos recientes, uno en cada carril, que entorpecen el flujo. 

Están una cuadra antes de la obra, lenta, que hicieron en la 40. Para llegar a la 42, donde excavaron para intervenir una domiciliaria y taparon con los escombros, por lo que está prácticamente inhabilitado el paso por el carril derecho. 

Paremos aquí, el viaje.

Otra cosa. ¿Quién hace mantenimiento alrededor de las escuelas? ¿Han visto el monte en la institución educativa, en la esquina de la Tobogán con Guabinal? ¿Así estarán todas las escuelas?

Credito
JULIO A. LONDOÑO B.

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