Al oí­do del nuevo Gobernador: "Ahora sí­, la grandeza"

Con regocijo de patria recibí los resultados que lo proclamaron a usted como nuevo gobernador de los tolimenses, y estoy seguro de que un hombre de su talante y amplia trayectoria los supo recibir con humildad y un gran sentido de la responsabilidad.

El Tolima, igual que hace cuatro años, mostró madurez política, ratificó en la urnas que solo reconoce los liderazgos con preparación, fraguados en el tiempo y templados en la forja de la adversidad.

El tiempo de elecciones, con sus pasiones y animosidades, quedo atrás, ahora es el tiempo de la grandeza que usted bien supo interpretar en su campaña. La grandeza implica magnanimidad con el vencido, significa en este caso reconocerle su representatividad para trabajar por el Tolima, en vez de uncirlo al carro de guerra victorioso, y cuando hablo del actor polí­tico que ha sido vencido, me refiero al Barretismo.

Es imperativo para el devenir del departamento y para el éxito de su gobierno, que usted encuentre un espacio de entendimiento con el gobernador saliente, su senador Juan Mario Laserna y su representante Alfredo Bocanegra, para trabajar por los intereses superiores del Tolima, respetándose mutuamente en un esquema reflexivo y constructivo de gobierno oposición. Solo unidos en los grandes propósitos vamos a lograr que el gobierno central incline su capacidad de inversión hacia el Tolima de manera significativa.

Muchas cosas cambiaron en la política colombiana en la primera década del nuevo siglo, la más importante de ellas, y quizá el logro más importante del presidente Uribe, es que hoy la seguridad es un valor democrático despojado de cualquier lastre ideológico.

Prueba de ello es el requerimiento permanente de las comunidades en cuanto a mayor presencia de fuerza pública y la exigencia que hacen a sus gobernantes para que se constituyan en aliados y orientadores de la misma.     

Esperamos que en su gobierno no haya un solo tolimense que no reconozca a las fuerzas del Estado como la autoridad legí­tima, y no haya un solo centí­metro de suelo donde no nos sintamos protegidos por ellos. Es necesario leer adecuadamente los tiempo modernos y entender que no podemos regresar a la complacencia con el terrorismo de antaño.

Los doscientos cuarenta mil votos que lo eligieron a usted son un premio a su preparación, a sus propuestas sociales y a su promesa de grandeza y honestidad para el Tolima, jamás se puede esto interpretar como un referendo contra los pilares del Uribismo, especialmente contra la seguridad democrática.


Estoy seguro que un hombre de su sensibilidad social va a continuar y fortalecer, con el apoyo del gobierno nacional, el plan de consolidación del sur del Tolima en todos sus componentes. Toda la oferta institucional del Estado debe ser empleada a fondo para saldar la deuda de décadas con estas comunidades, pero siempre fortaleciendo el componente militar. No es posible concebir un gobierno socialmente responsable si no es capaz de garantizarle a las comunidades que sus niños no van a ser reclutados por la guerrilla, y eso solo se consigue con la fuerza pública ejerciendo un control territorial.

Aprovecho para agradecerle a tantos amigos de los municipios de Mariquita y Falan que ayudaron a multiplicar el mensaje de "Ahora sí,­ Tolima", aportando así­ su granito de arena en esta victoria memorable para nuestro departamento.    

Credito
FRANCISCO JOSÉ MEJÍA

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