Vamos por la U

El partido de la U está haciendo agua por todas partes, como era de esperarse luego de haber participado del fraude democrático más grande de nuestra historia: el abandono de las ideas por las que fueron elegidos sus congresistas, y el respaldo a la misma estafa democrática protagonizada por el presidente Juan Manuel Santos.

La U se irá quedando sin electorado en la medida en que los líderes del Centro Democrático, con el presidente Uribe a la cabeza, hagamos la pedagogía de campaña explicando que ya la U no representa las ideas uribistas.

Pero más allá del abandono ideológico y de la deslealtad, la U se acaba por la misma razón que la llevó a ser un éxito; el estar atada a los resultados de un gobierno. Es un hecho que los exitosos resultados electorales del partido de la U estuvieron asociados al prestigio del gobierno del presidente Uribe, así mismo, su derrota estará ligada al desprestigio del gobierno de Santos.

La valerosa intervención del senador Juan Lozano en la cumbre de parlamentarios de Paipa, marca un punto de inflexión en el partido de la U. Mientras sus colegas celebraban el discurso falaz de Santos, con sus mentiras habituales que hacen de Colombia un paraíso, el senador Lozano les aguó la fiesta cuando le expresó a Santos sus reparos frente al proceso de paz, la seguridad, las relaciones con Venezuela y los temas sociales. 

Pero además, expresó su desacuerdo con el apoyo del partido, representado en su bancada parlamentaria, a la reelección de Santos, y acotó que solo la asamblea nacional tiene la legitimidad para proclamar candidato a la presidencia.

Las palabras de Juan Lozano tienen un significado especial, pues vienen de alguien que no había tomado una actitud frontal de oposición esperando que al gobierno le fuera bien y, que además, fuera el mayor elector del partido en las pasadas elecciones.

Qué ejemplo de dignidad y patriotismo el de Juan Lozano al señalarle sus desaciertos y quitarle el respaldo al presidente Santos en momentos en que este se apresta para derramar ríos de mermelada sobre los congresistas que lo apoyen.

Es evidente que a nivel de concejos, asambleas y ediles, la mayoría apoya al presidente Uribe, así quedó evidenciado en la pasada convención del partido a mediados del año pasado, cuando pocos auguraban que el desastre del gobierno Santos fuera de esta magnitud. Lamentablemente, estos corporados uribistas están “secuestrados” en su partido, para utilizar el término empleado por el senador Juan Carlos Vélez.

Así las cosas, podemos terminar en un escenario en el cual la asamblea nacional del partido de la U apoye la candidatura del uribismo a la presidencia de la república, muy seguramente en cabeza de Pacho Santos, y las mayorías uribistas del partido, que por temor a sanciones de doble militancia no puedan estar de frente con el centro democrático en las elecciones al congreso, no le hagan campaña a los candidatos de la U, y mucho menos si esta queda diluida en una lista de la “unidad nacional”. 

Credito
FRANCISCO MEJÍA

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