Decálogo para aspirantes a listas del CD

Ayer el país se estremeció con las declaraciones de William Rodríguez Abadía donde confesaba que el cartel de Cali compró a las mayorías en el congreso de la época para que absolvieran a Ernesto Samper por sus vínculos con dicho cartel.

Esto se suma al hecho de que los colombianos ya teníamos noticia del grado de penetración que llegó a tener el paramilitarismo en el poder legislativo, el cual, gracias a la política de seguridad democrática y a la ley de justicia y paz, las autoridades pudieron judicializar.  

Pero aún quedan en el parlamento congresistas vinculados con grupos ilegales, incluyendo a las Farc, y se observan unos niveles de corrupción escandalosos. Presentarle a los electores unas ideas, y luego legislar contra ellas a cambio de puestos y contratos, como hicieron los congresistas de la U, es un caso de corrupción flagrante. 

Adicionalmente, si el poder legislativo pierde su capacidad de control político, se presenta una concentración de poder muy peligrosa en el ejecutivo, de tal suerte que un mal presidente se vuelve más dañino; como está pasando en Colombia. Caso contrario ocurre cuando hay un congreso serio y responsable; por malo que sea el presidente, el poder legislativo puede mantener la democracia a salvo, así ocurrió en Honduras con el presidente Zelaya, y en Paraguay con Lugo.

La responsabilidad de cambiar este congreso recae en el Centro Democrático, ya que todos los demás partidos están dispuestos a defender sus reales, y el partido liberal, quiere ir aún más lejos; pide refuerzos para sus ya desprestigiados congresistas, llamando a lo más abyecto del proceso 8.000: Horacio Serpa y Vivian Morales.

Con el fin de contribuir a que este anhelo de cambio que tenemos los colombianos se materialice en el Centro Democrático, quiero proponerle muy respetuosamente a los compañeros que aspiran a ser candidatos al congreso por este movimiento, que adhieran al siguiente decálogo de conducta, que formulo luego de meses de diálogo con la comunidad tolimense y siguiendo el ejemplo de los que ha sido la vida pública del expresidente Álvaro Uribe Vélez:

1. Legislar siempre en función de los intereses superiores de la patria y con apego a los preceptos uribistas por los cuales fue elegido, así esto implique la eliminación de su propia curul (congreso unicameral)

2. Jamás pedir nada a cambio de su voto

3. Ejercer el control político de manera objetiva y firme

4. Estudiar detenidamente todos los proyectos de ley y demás actos legislativos

5. Jamás utilizar su investidura para favorecer o perseguir contratistas

6. Buscar el voto de los ciudadanos mediante el diálogo franco y respetuoso, nunca aprovecharse de las necesidades inmediatas de un compatriota para obtener su favor

7. Actuar siempre en armonía con la bancada del Centro Democrático, acatando siempre las disposiciones de la misma 

8. Asistir a todas las sesiones ordinarias y extraordinarias del congreso 

9. Ser un estudioso de los asuntos del estado y practicar de manera permanente el dialogo con los ciudadanos, con el fin de formular proyectos de ley que le sirvan al país

10. Jamás reunirse ni tener vínculos con ninguna persona o grupo al margen de la ley.

Credito
FRANCISCO JOSÉ MEJÍA

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