Un Nobel humillante

Francisco José Mejía

Los desaciertos en el otorgamiento del premio nobel empezaron desde sus inicios. En 1901 se creo el de literatura, dentro de los nominados se encontraban Emile Zola y León Tolstoy, sin embargo, el premio recayó en Sully Prudhome, un ignoto poeta francés cuyos textos ya no se conseguían pocos años después de ser galardonado porque nadie lo publicaba. Los mas grandes de la literatura, además de los ya mencionados, como Joyce y Borges, nunca fueron premiados. Igual ha sucedido con el Nobel de paz; los verdaderos pacificadores nunca fueros reconocidos: Churchil que unió al mundo para detener a Hitler, el criminal mas grande del siglo XX, y logro la paz, nunca lo recibió. La guerra fría, que a nivel global amenazaba la existencia humana, y a niveles locales Produjo millones de muertos, fue desactivada por 3 grandes lideres: Ronald Reagan, Margareth Tatcher y el Papa Juan Pablo II. Ninguno de ellos recibió el galardón. El mas famoso de todos los pacifistas, Mahatma Gandi, de quien nada han aprendido los pacifistas de hoy que creen que pacifismo es entrega y rendición, cuando él enseño fortaleza y resistencia, tampoco fue reconocido con el Nobel.

Pero últimamente los desaciertos han sido mas notorios en el nobel de paz. El mas controvertido fue el de Rigoberta Menchu, una activista de la izquierda cuya autobiografía como victima de las fuerzas armadas guatemaltecas le valió el Nobel. El problema fue que después se descubrió que su libro era mas bien una novela de ficción por las mentiras que contenia.

Sin embargo, nunca antes el comité Noruego había estado mas desatinado como ahora con el otorgamiento del nobel de paz a Santos. La representante del comité, Kaci Kullmann Five, en su anuncio declaro que el premio se daba por “los esfuerzos de Santos en terminar una guerra civil de mas de 50 años” y luego dijo que “una de las partes la lidera el presidente Santos y la otra Rodrigo Londoño”. Y después, ante la pregunta de un periodista que cuestiono la decisión, dijo que Santos ya había “desarmado a las FARC”.  Decir que Colombia esta dividida entre el bando de Timochenko y el de Santos en una guerra civil, es una falta de respeto a nuestra democracia y una humillación a los colombianos. Para los Noruegos los atentados de Oslo y Utoya que dejaron 80 muertos son terrorismo, pero el Nogal y Bojaya son capítulos de una guerra civil. ¿Como se sentirían los Noruegos si en el 2011 cuando sucedieron los atentados el gobierno colombiano hubiera dicho que el terrorista que los ataco representaba a media Noruega y que esperaba la reconciliación del pueblo Noruego para terminar la guerra?. Pero hay mas, la señora Five estaba en la junta directiva de la petrolera Noruega Statoil cuando en 2014 esta compañía se hizo a una participación importante en varios bloques petroleros en Colombia, ¿medalla por petróleo?

Es paradójico que le entreguen el Nobel a un presidente que en su mandato revirtió una tendencia de paz en el país y opto por unas políticas que multiplicaron todos los factores de violencia: los cultivos de coca pasaron de 50 mil a 200 mil hectáreas, ríos completos han desaparecido por la minería ilegal, las BACRM se han fortalecido, FARC y ELN han aumentado su pie de fuerza y control territorial, y lo mas grave: El país se ha polarizado a niveles tan preocupantes, que si bien es cierto en Colombia no hay guerra civil, parece que el nuevo Nobel estuviera empeñado en iniciar una.  

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