Respuesta a Guillermo Perry

Francisco José Mejía

El fenómeno político llamado Iván Duque tiene desesperados a quienes ven en su ascenso una amenaza a sus privilegios. Todos saben que Duque va en serio por el cambio del statu quo en Colombia y eso incomoda a la ilegalidad que se nutre del narcotráfico y a la corrupción que hace lo propio con la mermelada. Por eso todos han enfilado sus baterías para tratar de parar a Duque con calumnias y noticias falsas. En medio de esa guerra sucia quizá lo mas deleznable son las columnas de opinión tendenciosas que escriben en los grandes medios personajes que posan de técnicos objetivos pero realmente militan en la causa política del mantenimiento del statu quo por el cual están dispuestos a mentir y desinformar.

Ese fue el caso de la reciente columna de Guillermo Perry en El Tiempo donde insinuó vínculos de Duque con Odebrecht, fue prolijo en descalificarlo por su supuesta inexperiencia, y tergiverso de manera burda su propuesta agropecuaria. Sobre lo primero basta decir que es una calumnia que envilece al columnista. Sobre lo segundo es suficiente con recordar el caso de Francia donde el experimentado y favorito Francois Fillon, ex ministro de Zarcozy, se dedicó a desacreditar a Macron por inexperto y el resultado ya lo conocemos: Fillon pasó de favorito a no pasar ni a segunda vuelta y hoy Macron es Presidente de Francia. Sobre sus críticas a Duque por tener una política agropecuaria orientada hacia la inversión con incentivos tributarios para lograrla, y donde mintió descaradamente diciendo que Iván Duque no proponía invertir en bienes públicos si vale la pena detenerse.

Si Perry conociera la situación del campo como lo hace Duque, encontraría que el campo tiene mas del 90% de informalidad y que el 70% de los ocupados ganan menos de un salario mínimo. Y esto no ocurre por falta de acceso a la tierra, ya que el 80% de los predios rurales tienen menos de 50Hc, esto ocurre por falta de inversión, tanto privada como pública, especialmente en encadenamientos productivos que generen empleo formal y en bienes públicos que aumenten la competitividad rural.

Y eso es justamente lo que propone Duque, una política agraria orientada a la inversión: 10 años de exención tributaria para empresas agroindustriales que generen empleo formal en el campo y la promoción de esquemas asociativos de empresarios con pequeños campesinos. Y para aumentar la inversión publica, la propuesta es cambiar el modelo paternalista de gastarse el 90% del presupuesto del sector en subsidios y apenas el 10% en la creación de bienes públicos, creando muchas veces privilegios para unos pocos con influencia política a expensas del erario, y pasar a invertir al menos el 50% en la creación de bienes públicos como distritos de riego, vías terciarias, centros de acopio y cobertura de internet con aplicaciones para acercar a campesinos con consumidores y herramientas de big data para poder ofertar seguros al campesino. Iván Duque por ejemplo se ha comprometido a terminar el distrito de riego del sur del Tolima que irrigaría 30 mil HC, pero ha tenido la visión de ir mas allá y proponer un régimen especial de zona franca para que estas tierras sean dedicadas a productos de exportación con alto valor agregado donde vengan empresas a asociarse con los campesinos de la región.

Celoso guardián del ingreso fiscal se muestra el Dr. Perry al criticar las exenciones tributarias para generar empleo formal, pero calla ante la feria de subsidios y ante la entrega de la institucionalidad agropecuaria a feudos políticos con la consabida corrupción, inoperancia y derroche de recursos. Iván Duque va en serio a quitarle las entidades del agro a los políticos y retornarlas nuevamente al servicio de los que trabajan el campo.

Esa visión del campo que quedó consignada en los acuerdos de la Habana de fraccionamiento de predios y de hostilidad a la inversión por incertidumbres a la propiedad y prediales expropiatorios, combinada con la política de este gobierno de subsidios exagerados a grupos de presión y captura corrupta de la institucionalidad agropecuaria que a usted Dr. Perry no parece incomodarle, no la queremos los trabajadores del campo, por eso la ruralidad colombiana apoyó masivamente a Iván Duque y al Centro Democrático en las pasadas elecciones y lo haremos nuevamente para que en primera vuelta gane una visión moderna del desarrollo agropecuario.

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