La brecha digital

Miguel Ángel Barreto

La pandemia por coronavirus ha venido desnudando una cantidad de falencias no sólo en la economía o la salud del país, sino especialmente en la conectividad y la educación.
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El rezago digital es preocupante, especialmente en los municipios. Las imágenes de cientos de estudiantes que tienen que subirse a un árbol o un pico de una montaña para recibir señal en sus equipos y así recibir clases o realizar tareas son definitivamente vergonzosas.

Mientras las grandes empresas de tecnología libran una batalla feroz por el mercado y se discute el uso de las autopistas digitales 5G en medio de jugadas comerciales entre China y Estados Unidos por la hegemonía de este mercado, nuestra compleja geografía y la falta de instrumentos y antenas apropiadas sigue jugando en contra de nuestros educandos, maestros y pequeños comerciantes. De hecho, el sector público, entiéndase alcaldías y sus secretarías, así como empresas públicas, siguen aislados y en un preocupante subdesarrollo en términos virtuales.

Efectivamente en un estudio de la Universidad Javeriana se encontró que sólo el 4% de las instituciones educativas públicas pueden implementar lecciones virtuales. Es decir que la cobertura incluso en las zonas rurales de las 32 capitales resulta insuficiente. A lo anterior habrá que sumar las deficiencias históricas en los servicios de energía, acueducto y alcantarillado en las instituciones.

Precisamente en una reunión virtual esta semana con el Ministerio de las Tecnologías y las Comunicaciones y alcaldes del Tolima se abordó la necesidad de trabajar conjuntamente para comenzar a cerrar la brecha digital de la región y que sin duda quedó mucho más expuesta con esta pandemia y la crisis sanitaria. El encuentro estuvo orientado a plantear un trabajo y acompañamiento para intervenir, ampliar o mejorar la conectividad de los municipios.

Una de las prioridades fijadas es ampliar la conexión y mejorar la dotación de instrumentos como teléfonos inteligentes, tabletas y contar con una asesoría permanente en diseño, implementación y operación de plataformas web.

Un segundo escenario estará dirigido a modernizar el sector oficial e institucional, pues más allá de contar con una página electrónica oficial e informativa, existen serias limitaciones para realizar trámites oficiales por medios digitales, lo que dificulta la interacción y la resolución de problemas puntuales de los ciudadanos.

Un tercer componente está orientado a mejorar la oferta digital para los pequeños y medianos empresarios, en aras de ampliar las posibilidades del comercio electrónico. Esto resulta fundamental, pues muchos microempresarios del sector agrícola y asociaciones, así como pequeñas unidades agropecuarias no interactúan de modo eficiente en redes ni tienen acceso a plataformas relacionadas con agronegocios y como consecuencia siguen dependiendo de ventajosos intermediarios que se llevan importantes utilidades en medio de la demanda y oferta de alimentos.

También es importante acceder a las convocatorias públicas del MinTIC, especialmente las relacionadas con los temas de transformación, negocios y talento digital, dirigidas tanto al sector oficial como a microempresarios, asociaciones, fundaciones, universidades, emprendedores y creadores web, entre otros.

La oferta del MinTIC es algo que se debería aprovechar mucho mejor en medio de la epidemia por coronavirus para proyectar una introducción más asertiva en la vida productiva y visualizando un escenario de post pandemia a mediano y largo plazo.

El objetivo común es que los recursos y la oferta del MinTIC lleguen a lo largo y ancho del Departamento y para ello continuaremos trabajando en una agenda permanente con este Ministerio y los mandatarios municipales.

MIGUEL BARRETO

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