No podemos bajar la guardia

Miguel Ángel Barreto

La batalla contra el Covid-19 seguirá por lo menos hasta mediados del próximo año. Es una realidad científica que como colombianos y especialmente desde el Tolima tenemos que seguir enfrentando con conciencia, decisión, respeto y con todos los cuidados de bioseguridad que se ameriten.
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Lo que sucede en Europa es muy significativo y es suficiente como botón de muestra para darnos cuenta de que la curva de contagios se demora bastante en ceder y que después aparecerá inevitablemente el temido rebrote del virus.

Por ejemplo, el gobierno francés aprobó nuevamente un toque de queda entre las 9 de la noche y las 6 de la mañana durante un mes para las ciudades más afectadas, lo que repercutirá en la vida de más de 20 millones de personas. Francia enfrenta una muy rápida recirculación de la pandemia que deja 33 mil muertos y 700 mil contagios desde que empezó este calvario epidemiológico.

En Reino Unido, Irlanda y Cataluña (España) se toman medidas como el cierre de establecimientos nocturnos y restaurantes. Alemania registró cinco mil casos en un solo día y Rusia rompió récord con más de 14 mil infecciones en menos de 24 horas este miércoles. El avance decidido de la enfermedad en el Viejo Continente es una muy clara advertencia de que el rebrote o segunda oleada de Covid es tan real y preocupante como la primera.

En América, tanto Estados Unidos como Brasil, no solo hicieron caso omiso a las advertencias y se tomaron decisiones tardías, sino que pareciera que la enfermedad está cada vez más arraigada y su circulación parece imparable hasta tanto aparezcan las vacunas. Se estima que hay más de 10 millones de contagios y 372 mil fallecidos. En el mundo la cifra llega a 1,08 millones de decesos y 38,8 millones de contagios.

En Colombia, iban esta semana 936 mil casos positivos y más de 28 mil compatriotas han perdido la vida contra el coronavirus. En Tolima nos acercamos a los 15 mil positivos y se superó la barrera de los 445 fallecidos. Obviamente si nos comparamos con grandes capitales las cifras nuestras parecen pequeñas, pero dado nuestro tamaño y capacidad hospitalaria hoy más que nunca no podemos bajar la guardia.

En Ibagué las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) están muy cerca del 80% y creería que es cuestión de días para que la alerta en salud pase de naranja a roja. Los gobiernos tendrían que evaluar nuevamente la implementación de medidas restrictivas. La curva no cede aún y si el promedio de contagios diarios se mantiene, la demanda de cuidados críticos aumentará inevitablemente.

En este sentido, para el caso de Ibagué, no está de más hacer un llamado a los ciudadanos para extremar las medidas de bioseguridad. Una mayor exposición pública y el no acatamiento de medidas de autocuidado juegan en contra de todos los ciudadanos, del sistema de salud pública y de la reactivación de la economía.

Nuestra capital es muy dependiente del comercio, las pequeñas empresas y de la informalidad, luego un nuevo confinamiento sería letal para el tejido empresarial que ha sido muy golpeado con esta crisis. Tenemos que evitarlo.

Nadie quiere nuevos pico y cédula, toques de queda ni más restricciones en la apertura, pero los riesgos asociados a la pandemia siguen vivos y muy presentes en nuestra cotidianidad.

Es hora de una mayor responsabilidad ciudadana, de evitar exposiciones innecesarias, de ampliar los controles sanitarios y tener muy claro que el virus circula con mayor libertad que antes y que la vida de nuestros semejantes es tan valiosa como la nuestra. No le demos más papaya al coronavirus.

MIGUEL ÁNGEL BARRETO

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