Vacunación y reactivación van de la mano

Miguel Ángel Barreto

La aceleración del proceso de vacunación con la participación del sector privado redundará en mayor seguridad sanitaria para la población colombiana y además en una mejor dinámica en torno a la reactivación económica. La coyuntura actual exige soluciones inmediatas: una tercera ola inminente y la aparición de variantes del virus, así lo demandan.
PUBLICIDAD

Precisamente y buscando el bienestar de todos los colombianos, el pasado 10 de marzo presenté el proyecto de ley por medio del cual se crea la política pública para que las personas jurídicas y naturales importen y comercialicen las vacunas contra el Covid-19.

Para darle premura al proceso, el Ministerio de Salud escuchó el clamor del país y las solicitudes de los gremios y empresarios. De esta manera, se formalizaron dos mesas de diálogo con la participación de 30 gremios de la producción y se establecieron 300 recomendaciones ajustadas por los equipos técnicos y jurídicos de todos los interesados.

Dicha tarea, realizada en tiempo récord, abre el espectro de intervención para el caso colombiano en el que, el 70% de las empresas consultadas por AmCham - Cámara de Comercio Colombo Americana-, están dispuestas a vincularse directamente con las labores de inmunización.

Los privados podrán entrar a negociar la adquisición de las vacunas, cuya distribución tendrá que estar ajustada al Plan Nacional de Vacunación (PNV) y será el Invima quien deberá autorizar el uso de emergencia.

En terrenos más prácticos, la aplicación de las vacunas apunta a que su acceso siga siendo gratuito y el beneficio se traslade a trabajadores, núcleos familiares con primer grado de consanguinidad y a las zonas de influencia donde operen las empresas.

Para el caso del comercio es importante priorizar a los colaboradores de primera línea de atención al público. Sería significativo que a más tardar en junio inicie el proceso y que la red prestadora de los servicios de vacunación sea diferente a las ya habilitadas.

En el escenario actual, con un desempleo galopante, pérdidas de poder adquisitivo, contracción de la demanda interna, afectación en más de 500 mil micronegocios y crecimiento desbordante de la informalidad, es imperativo que los privados integren e impacten positivamente el ciclo de vacunación para alcanzar entre todos la inmunización de rebaño en el menor tiempo posible. 

Lo que está en juego es la salud de todos y el empleo, especialmente el futuro laboral de los jóvenes y las mujeres, grupos poblacionales que se han visto mayoritariamente afectados a causa de la pandemia. Acelerar el PNV aseguraría la recuperación del tejido empresarial, especialmente en las regiones que sustentan su economía en las pequeñas unidades de negocios y en la agricultura.

Sin duda, no deberían existir tantos temores en el hecho de que los privados complementen y acompañen este proceso, por el contrario, su inclusión resulta determinante para seguir trabajando en superar esta emergencia en términos sanitarios y sociales. La vacunación sigue siendo la principal estrategia para la reactivación económica.

MIGUEL ÁNGEL BARRETO

Comentarios