Ibagué también es Tolima

José Adrián Monroy

Para nadie es un secreto que la capital del Tolima vive tiempos difíciles y hoy más que nunca necesita del esfuerzo de todos quienes vivimos y soñamos en esta tierra. No puede haber lugar para los egoísmos, las animadversiones o los cálculos privados y políticos. Impulsar el desarrollo económico, social y humano de Ibagué requiere de todas las manos y es por eso que celebro los principios de acuerdo entre las administraciones municipal y departamental, que parte del conocimiento mutuo de sus planes de desarrollo y encontrar acuerdos para puntuales necesidades.

Sin embargo, creo necesario hacer varias precisiones. Si bien es cierto, el Alcalde de Ibagué tiene la responsabilidad de velar por los intereses de la ciudad y sus habitantes, no es menos cierto que el gobernador Óscar Barreto comparte esa misma responsabilidad. El Alcalde debe cumplir las metas de su plan de desarrollo, pero dicho cumplimiento no es óbice para que los proyectos e iniciativas planteadas por el Gobernador para la capital del Tolima no se puedan desarrollar.

En el Plan de Desarrollo departamental, Soluciones que Transforman, el Gobernador tiene previsto para Ibagué la construcción de tres centros culturales, tecnológicos y deportivos en las comunas Siete, Ocho y 12, la pavimentación de 400 calles en diferentes barrios, la adecuación de siete mil metros lineales de alcantarillados (uno de los más grandes problemas en los barrios y comunas de Ibagué), alrededor de 200 mejoramientos de vivienda y, por supuesto, una mirada a la reconstrucción del tejido social que mejore las condiciones de vida de todos los ibaguereños. Las metas del Plan de Desarrollo del Tolima para Ibagué son claras y fueron producto del diálogo constante y el consenso del Gobernador con las comunidades de la capital del Departamento.

Tan sólo en los primeros seis meses de gobierno, el Gobernador ha entregado mil 500 kits nutricionales para el adulto mayor en el Cañón del Combeima, El Bosque, El Salado, San José, Cartagena y Modelia; 37 cupos universitarios para que los jóvenes accedan a la educación superior en la Universidad de Ibagué, mil 200 equipos nutricionales en los barrios Libertador, San José y El Bosque; cuatro proyectos productivos para las víctimas del conflicto, 42 para las familias del sistema de responsabilidad penal y 36 computadores en Modelia y el Cañón del Combeima. Y la tarea hasta ahora comienza.

Ahora bien, es claro que deben existir esfuerzos conjuntos para solucionar algunos de los grandes problemas de infraestructura de la ciudad, como los repartidores viales de la calle 60, en la carrera Quinta y con avenida Ambalá o el de la 25 con avenida Guavinal, pero también es claro que cada plan de desarrollo representa el estilo y el talante de cada gobernante. Cada Plan tiene metas claras que apuntan a un mismo objetivo: mejorar las condiciones de vida de todos los ibaguereños. Por eso, la clave en este proceso es la generosidad con un pueblo que requiere cada vez de más manos, más iniciativas, más ayuda. Y que nadie olvide que Ibagué también es Tolima.

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