No es cuestión de competencias

José Adrián Monroy

En lo que va corrido del año, los ibaguereños hemos percibido los constantes roces que existen entre la alcaldía municipal de Ibagué y la Gobernación del Tolima. Más allá de las posiciones ideológicas que denotan el origen político del gobernador Barreto y del alcalde Jaramillo, existe un marcado distanciamiento en el estilo de gobierno con el que cada uno orienta sus administraciones.

La manzana de la discordia ha sido la capital musical. El Dr. Óscar Barreto siendo ibaguereño, tiene un profundo cariño por su tierra natal, sumado al interés que tiene por el querer servirle, tal y como lo demostró en su primer periodo como gobernador (2008-2011) cuando aquí se invirtieron 62.500 millones de pesos: en donde se recuperó la vía al cañón del Combeima, se pavimentó un kilómetro de la vía a San Bernardo, dos kilómetros de la variante al Totumo, se repartieron más de 100 mil kits nutricionales para madres gestantes y lactantes, y para niños de 0 a 5 años de los estratos 1 y 2, se pavimentaron más de 100 calles en los barrios Topacio, Tolima grande, Modelia, Ibagué 2000, se construyeron dos escenarios deportivos, el Coliseo en Ibagué 2000 y el de la Séptima etapa del Jordán, se intervinieron los acueductos rurales de Santa Bárbara, Chapetón, Ambalá, además se financiaron las matrículas de mil jóvenes como posibilidad de acceso a la educación superior.

Y como acciones son amores; hace un año, los ibaguereños le dieron la posibilidad a Barreto de ser de nuevo Gobernador, ganando las elecciones por más de 73 mil votos. Por lo tanto, este gran respaldo ha comprometido aún más las acciones del gobernador hacia Ibagué, pero se ha encontrado como talanquera la administración municipal que bajo un criterio desconocido no ha permitido una comunicación fluida que resulte en la materialización de las importantes iniciativas que se tienen desde la Gobernación del Tolima para nuestra capital.

Sin embargo, hoy ya se encuentran las solicitudes formales de certificados de usos del suelo y los permisos para la construcción del centro cultural, tecnológico y deportivo de la comuna 12 en los barrios Ricaurte y Galán, para el beneficio de los niños y jóvenes de la zona; Esperamos que el Gobierno municipal otorgue estos certificados y que, consciente de las necesidades que tiene la ciudad, agilice los trámites para que los recursos del Gobierno departamental no deban ser desviados para ser invertidos en otros municipios que también tienen grandes problemas, y que no existan trabas, solo por qué son proyectos contemplados en el plan de desarrollo departamental “Soluciones que transforman”. No es cuestión de competencias, es asunto de la voluntad de los gobernantes y de su compromiso con el pueblo ibaguereño.

Nota: El domingo pasado, se llevó a cabo la elección del plebiscito por La Paz en donde los resultados en Ibagué generan esperanza, más allá de que haya triunfado el No frente al Sí, 182.499 ibaguereños salieron a votar, frente a los 222.669 que votaron para las elecciones de 2015 donde se eligieron concejales y alcalde. La motivación no fue una camiseta, el pago de un activista, no hubo necesidad de transporte, tamal o lechona.

Simplemente salieron a las urnas para decidir sobre su futuro, eso indica que la cultura política de nuestra ciudad está cambiando y es algo que celebro.

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