Cada vez estoy más convencido que la paz es indispensable para el desarrollo de nuestro país, no solamente la paz del gobierno con las Farc, sino la que debe existir entre toda la sociedad.
La tolerancia que tanto nos falta a la hora de relacionarnos con los demás es vital; en ella radica la diferencia entre los países que se denominan civilizados y nosotros.
Desde luego, el proceso de paz que se viene adelantando es un gran paso para la transformación de la cultura violenta en la que creció nuestra generación y que parece hacer parte de nuestra idiosincrasia. El presidente Santos anunció que desde ayer, 1 de diciembre, iniciaba el día D; el día en el que arrancaría la implementación de los acuerdos suscritos en La Habana, que ya fue refrendado en la Cámara de Representantes y que da muestra de la prioridad que tiene el gobierno de concluir este importante suceso para nuestra historia, pero que por desgracia ha generado más polarización y desunión entre los colombianos.
“Por correr no se llega más rápido”, esto reza el viejo adagio popular y que es el vivo retrato de lo que pretenden hacer con la implementación de los acuerdos. Según los voceros del gobierno el “día D” marca el inicio de un estrecho cronograma que redujo los términos comparado con el acuerdo anterior planteando que: el día D+5, es decir el 5 de diciembre, iniciará el desplazamiento de las Farc con su armamento individual a las llamadas “Zvtn” (zonas veredales transitorias de normalización), las anteriores zonas de concentración. Primer error, ya que faltando cuatro días para este término no se ha tramitado la ley de amnistía necesaria para darle seguridad a los guerrilleros que se trasladen a estas zonas, además, según alias ‘pastor Alape’ miembro del secretariado de las Farc, no están dispuestos todos los lugares a los que llegarían los miembros de esta guerrilla. Adicional, se contempla que en el D+7, D+10 y D+30, es decir, que antes de que finalice el año se debe cumplir con todo el almacenamiento de las armas, municiones y demás, que estén en poder de las Farc, para que después, antes del día D+60, el 30 de enero, todo ese armamento de acompañamiento debe estar bajo el control exclusivo de las Naciones Unidas.
El cronograma de implementación muestra más afán que eficacia al querer cumplir con los acuerdos y que esa ligereza hará que muy seguramente no se cumplan con los plazos establecidos, generando aún más incredulidad a quienes no creen en el proceso y desesperanza a los que aún le tenemos fe.
Nota: Mil 600 millones de pesos dispuso la Alcaldía de Ibagué, mediante un cuestionado convenio para el alumbrado navideño de la ciudad. Una cifra jamás invertida que espero ver reflejada ... ¡amanecerá y veremos!
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