El pobre partido político de las Farc

José Adrián Monroy

Sin duda la realización del proceso de paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc ha significado un avance importante para el desarrollo del país; el solo hecho de que no haya más muertes violentas por cuenta del conflicto armado, justifica el proceso y hace que valga la pena.

Además, hay que reconocerle a las Farc que, hasta el momento, la implementación de los acuerdos de paz se ha sostenido principalmente por el compromiso que han tenido con su desarrollo pese a los traspiés que tuvo la creación de las zonas veredales de transición en cuanto a infraestructura y dotación.

Sin embargo, somos los Colombianos los que hemos aportado en la construcción de un país sin guerra y por eso es necesario despejar varios interrogantes: ¿estaremos haciendo lo correcto?, ¿estamos preparados para la creación de un nuevo partido político dirigido por quienes asesinaron a tantos compatriotas?; pues bien, mientras el gobierno del presidente Santos sigue internamente dando la lucha por construir la tan anhelada paz, las fuerzas políticas contrarias salen al paso criticando el proceso, tiendo razón en alguna de ellas.

Por ejemplo, esta semana se conoció el cuantioso monto que requiere este grupo desmovilizado para crear su estructura política. El partido político de las Farc requiere 232 mil millones para los gastos de funcionamiento contemplando la campaña presidencial, senado y cámara. El monto más alto de inversión estaría proyectado para cinco años con 44.150 millones, esto refleja un panorama con miras a fortalecer inicialmente su partido en las elecciones de Congreso y apostarle en el siguiente periodo a una elección presidencial.

En ese sentido, las reglas en materia de financiación contemplan que el nuevo partido tendrá derecho a: 1) recibir lo mismo que los partidos que están funcionamiento, 2) al Centro de Pensamiento le llegará una suma equivalente al 7% anual de la apropiación presupuestal para el funcionamiento de los partidos y movimientos políticos, 3) para la campaña presidencial tendrán derecho a recibir la financiación estatal anticipada que corresponde a los candidatos que reúnan los requisitos de ley.

Y, 4) en el caso de las campañas al Senado recibirán financiación estatal anticipada equivalente al 10 por ciento del límite de gastos fijados por la autoridad electoral. “Recibirán financiación estatal anticipada y no están obligados a la devolución de los recursos si no alcanzan los umbrales, solo tendrán que devolverlos si lo destinan a cosas distintas de lo que establece la ley”.

Nos enfrentamos entonces, al partido político millonario de las Farc, que surgirá dentro del escenario electoral no como alternativa de poder para los ciudadanos, sino como una maquinaria politiquera que a punta de dinero pretende corroer la conciencia de los colombianos. ¡Antes querían llegar al poder con armas, ahora con plata!

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