Coronavirus, miedos y responsabilidades

En primera medida por la ligereza con la que se trató el virus en los países en donde se presentaron los primeros casos, lo que permitió su rápida propagación; por otro lado, el miedo que causa la posibilidad de que cualquiera de nosotros y nuestro entorno pueda resultar contagiado y por último, la responsabilidad que debemos tener para prevenir y enfrentar esta pandemia.

Hasta ayer, según el Ministerio de Salud en Colombia ya se presentan 22 infectados confirmados, en Bogotá 9, Medellín 6, Neiva 2, Buga 1, Cartagena 1, Meta 1, Palmira 1 y Rionegro 1, por fortuna aún no se registran muertes. Entonces, ante la inminente llegada del virus al país y aunque un poco tarde, el presidente Iván Duque anunció medidas adicionales con el fin de contener al coronavirus. Desde ayer, los siete puntos fronterizos con Venezuela estarán cerrados. Los límites con Ecuador permanecerán abiertos, aunque con mayor monitoreo. Además, a partir de mañana, es decir, del 16 de marzo, se restringe el ingreso al país a los extranjeros que, en los últimos 14 días, hayan estado en Europa o Asia.

Ahora, con lo difuso que está el panorama desde todos los ámbitos, puesto que la economía pende de un hilo por cuenta del efecto del coronavirus sumado a la guerra petrolera entre Arabia Saudita y Rusia, mas la gravedad de lo que está pasando en países como Italia que ya registra más de 800 muertos, es inevitable que la especulación y la desinformación generen pánico en la ciudadanía; pues esa sensación de angustia provocada por la presencia del virus, ya sea real o imaginario, ha infundido terror en la sociedad que, aún cuando tiene una justificación clara y evidente, no puede llevar a la exageración, ni a la desesperación.

Por lo tanto es necesario, que cada uno se responsabilice por su salud y la de los demás yendo más allá de simplemente lavarse las manos o usar un tapabocas. Privarse de salir del país, o si lo hizo y acaba de regresar, evite tener contacto con las personas y viceversa, si conoce a alguien en esas condiciones absténgase de hacerlo. Lo anterior, también es una forma válida de contener el virus.

Lo que estamos viviendo no lo imaginaba ni el más grande libretista de cine, porque se juntan dos elementos esenciales para sobrevivir: la salud y la economía; sin embargo, esto debe servir de aprendizaje para darnos cuenta que sin importar el lugar, la posición económica o social, al momento de afrontar una enfermedad como la del calibre que tiene el coronavirus, todos somos iguales. Así que este debe ser el pretexto perfecto para humanizar una sociedad indolente e indiferente.