Lolitas, cosplay, tomboy, miyabis

Las primeras variaciones en la moda ocurrieron a finales del Medioevo, cuando las clases altas empezaron a diversificar sus vestimentas.

Las primeras variaciones en la moda ocurrieron a finales del Medioevo, cuando las clases altas empezaron a diversificar sus vestimentas. 

La novedad se popularizó terminando el 800, cuando la segunda revolución industrial viabilizó producción textil y confección. Mas, la alteración a la tradición sólo sucedió al finalizar la Primera Guerra, cuando la mujer empezó a trabajar. 

Entonces, para su comodidad redujo algo las faldas, empezó a usar pantalones y a llevar cabellos cortos. En los 60 ocurrió otro movimiento importante protagonizado por la juventud, que cambió atuendos acartonados por casuales y funcionales como el bluyín y la minifalda.

Ya en los 80 iniciaron tendencias precisas para cada temporada. Hoy, a nivel mundial, la moda juvenil dio un giro peligroso para la salud y la psiquis. Aunque hace tiempo se realizan tatuajes, expresión que antes era usada únicamente por gente de mala vida y se penetran accesorios metálicos hasta en las partes íntimas, el fenómeno actual está basado no sólo en indumentarias excéntricas, sino también en singularidades corporales para poder pertenecer a determinado grupo. Por eso, se hacen intervenciones quirúrgicas con cambios extremos en sus características étnicas.

Esta moda llegó de oriente a través de cantantes, personajes o cómics llamados manga. Son productos impresos, televisivos, cinematográficos, videojuegos y SMS. 

Por ende, poderosa influencia para niños y adolescentes que, en su vida real los imitan estableciendo una subcultura con densos referentes de una identidad ajena a la propia. Entre ellos, los Cosplay, plagiadores de personajes eróticos de ficción, se visten como el sexo contrario o usando pieles de animales. 

Las Tomboy, niñas que sin ser lesbianas o bisexuales, adoptan actitudes y ropa masculino-femenina, prefiriendo realizar actividades varoniles como deportes y videojuegos. Los Miyabi, niños y niñas imitadores cabales de Miyabi Natsuyaki, cantante japonés de figura andrógina.

Sin tener nada que ver con la adolescente de Nabovok, el fenómeno “Lolita”, es grave. Se llama “Lolita” porque los japoneses pronuncian la R como L y el personaje se llama Roriita. Una nipona con silueta híbrida oriental-occidental. Su fashion es victoriano con pelucas coloridas, lentes especiales, considerable maquillaje y mucho polvo blanco remedando la porcelanizada tez japonesa. Algunas orientales usan pegamento para abrir el ojo, las occidentales para cerrarlo. 

Digamos que hasta aquí no habría inconvenientes. Pero, es peligroso cuando recurriendo a cirugías plásticas modifican el aspecto del rostro y redondean u oblicúan los ojos, cambiando fisonomía y rasgos étnicos para toda la vida.

La moda es efímera. Entonces, qué harán cuando al crecer adviertan la transgresión cometida y la salud comience a cobrarles el temprano atropello a su cuerpo. Pienso que dentro de poco se necesitarán muchos lugares siquiátricos en donde seres frágiles, inseguros y deformes quedarán recluidos para siempre.

Credito
AMPARO MARGARITA MORALES FERIA

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