Ferro, el Tolima lo necesita

Iván Ramírez Suárez

Ricardo Ferro aparece en escena en la última década como una nueva figura política en el Tolima. Fue concejal del Carmen de Apicalá y presidente del cabildo. Siendo Álvaro Uribe presidente y su mentor Juan Lozano ministro de Ambiente y Desarrollo, ocupó la dirección de Desarrollo Territorial y estuvo encargado de uno de sus viceministerios.

Aunque sus aportes al Departamento desde estas importantes posiciones no fueron mayores, decidió aprovechar su paso por la burocracia nacional para ingresar a la política electoral en el Tolima.

Dos veces candidato a la Alcaldía de Ibagué y una a la Cámara de Representantes, le han hecho jugar los peores malos partidos de su vida, gracias a las malas jugadas y autogoles de algunos coequiperos.

Y hablo en términos futbolísticos, porque hasta hace poco supimos y conocimos los tolimenses las capacidades que en este deporte tiene y demostró Ricardo Ferro. Gracias a su columna de opinión de los lunes en este mismo diario, nos enteramos de que jugó al lado de nuestro ídolo Radamel Falcao García (columna del 13 de febrero de 2017).

Según Ferro, el debut de Falcao en el profesionalismo lo hizo al lado de él, en la alineación del equipo Lanceros de Boyacá, equipo de la división B, el 23 de abril del 2000. Fue un debut en el que Falcao marcó su primer gol como profesional y el único que como tal ha marcado en el fútbol profesional colombiano.

Algo predecía yo de sus columnas, cuando con acento futbolístico se mofa de algunos políticos y las remata con acertados ‘saques de banda’.

Con esto se demuestra que para Ferro el fútbol es la esencia de su vida. Lo sigue jugando de manera recreativa y quienes lo han visto en actividad dicen que tiene bastante fundamentación y habilidad y la capacidad de interpretar el fútbol táctico dentro de la cancha.

Atributos que le son escasos, por ahora, en la política electoral. Porque no ha sabido escoger a sus amigos, éstos le han metido autogoles, pero además no han ejecutado sus disposiciones tácticas en los partidos decisivos.

Por esto, ante la crisis de identidad, tolimensismo y futbolística que padece el Deportes Tolima, del que es hincha furibundo, veo en él la más cercana posibilidad de que sea el director técnico que tanto se ha buscado para el equipo Pijao.

Será digno acompañante de Jorge Luis Bernal, Hernán Torres, Harold Rivera y Flavio Torres, cuatro técnicos tolimenses y colombianos que hacen resaltar las virtudes de nuestro deporte en el actual fútbol profesional colombiano.

Si el ‘guache Camargo’ no lo nombra, pues dice no creer en los técnicos tolimenses porque son empíricos, no importa. Total nunca ha creído en nuestros futbolistas. Y si es necesario, convocaremos una consulta popular para que sea el pueblo Vinotinto y Oro el que decida.

Esta elección sí la gana. Vamos, Ferro, acepte. El Tolima lo necesita.

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