Sobre el editorial ‘El río madre’

Julián Ricardo Rodríguez Soto

Muy oportuno como interesante el editorial del 15 de junio en ese Diario. Lo allí expuesto, es la pura realidad, el Tolima de espaldas al río madre, a la columna vertebral de la economía nacional. Al caso, me llama la atención, la afirmación de que nadie en el Tolima se ha preocupado por el río. Pues bien, mejor testigo no puedo tener que el mismo diario El Nuevo Día.

Desde que regresé a Ibagué después de dos décadas de ausencia, vine en 1.996 a gestionar y estructurar el macro proyecto de los hoy malogrados Túneles de La Línea, los cuales luego de haber logrado su inclusión y aprobación en el Plan nacional de Desarrollo en esa época, Y , de haber obtenido el respaldo técnico financiero de la alta ingeniería japonesa para desarrollarlos, la administración Uribe asesorada por su difunto ministro del Transporte, Andrés Uriel Gallego, decidió a última hora, desconocer el apoyo japonés, y entregar el proyecto a la ingeniería colombiana. Al respecto, lo que no nos dijeron, era que, la ingeniería colombiana la representaban los nuevos cacaos del momento, los señores Nule a través del señor Carlos Collins, quien desde el año 2008, lleva ya siete años construyéndolo, en la espera de terminarlo posiblemente en otros ocho años, cuando lo hubiéramos podido hacer en cuatro años, incluyendo las vías de acceso doble calzadas, Y cuyo valor en ese entonces por los dos túneles era de US 300 millones de dólares, incluyendo las consabidas coimas. Este valor, es lo que cuesta uno solo ahora...

Traigo a colación este mal recuerdo, porque así, igualmente me sucedió con mis proyecciones sobre la importancia de aprovechar el río Magdalena, para efectos de generación eléctrica, propuesta que le generaría ingentes recursos al departamento del Tolima. Pues además de construir el macro proyecto Piedras Negras ( 400 megavatios) en Honda Tolima, tendríamos en nuestra jurisdicción 9 centrales hidroeléctricas más, sumando un total de unos posibles 1.000 megavatios. Al caso, lastimosamente la administración Estefan mal asesorada por un señor Ramírez Gómez, desestimó el proyecto, en razón de que había que estudiarlo más a fondo. Desconocía este personaje que, los estudios de dicho gran proyecto a escala, al igual como sucede en el río Misisipi en los Estados Unidos, donde si saben aprovechar su principal vía fluvial, fueron realizados por la ingeniería Holandesa y a petición de la Cooperación Alemana, que tuvo en ISA el componente colombiano. Según los escéptico o pesimistas de siempre, que ni hacen ni dejan hacer, era el loco del momento, vendedor de ilusiones según la ADT.

Hoy, el paso del tiempo, me dan la razón. Ahora, el gobierno en su afán de mostrar obras, entrega para estudio y ejecución, muchas de las obras que desde hace más de cuarenta años, cuentan ya con estudios y diseños. Así, ha entregado a una firma Colombo Brasilera ( Odebrech) hoy muy cuestionada por malos manejos, el dragado del río Magdalena. Así mismo, otros estudios y la explotación del río, la cual incluye entre otras cosas, la explotación de la generación eléctrica, la misma que nos pertenece a los tolimenses. Y que, nuestra dirigencia cívica y política, nunca le han prestado atención. De allí, mis permanentes críticas al gobierno seccional, por aceptar ser solamente convidado de piedra en la junta directiva de la politizada Cormagdalena. Botín y fortín político, donde el pulso por el poder político no ha dejado por tercera vez nombrar junta directiva. Lo triste de todo esto, el Tolima tiene 9 municipios ribereños y 14 cuencas importantísimas en la generación hídrica, y nuestras autoridades departamentales, nunca han reclamado ni hecho valer los derechos regionales.

Así las cosas, los invito en consecuencia a respaldar la posición del señor editorialista y la mía, en relación con la problemática que presenta el río Magdalena, cuya propuesta de navegavilidad es inviable, tal como la ha presentado Cormagdalena. Pues el ahogado no está aguas abajo, sino aguas arriba. Al caso, les propongo, trabajar en equipo para rescatar los proyectos de generación eléctrica, los cuales con su diseño a base de esclusa, si le daría paso a la navegavilidad completa del río, y el tránsito normal a los peces. Ahora, debe entenderse que, el río es un bien nacional, que no se puede concesionar alegremente por el gobierno, pues su decisión depende de las comunidades ribereñas con las que hay primero que socializarlo.

Al anterior respecto, nada se ha perdido, estamos a tiempo para reclamar. Sería interesante que el Nuevo Día, liderara la recuperación del río para el Tolima en lo que le pertenece. Igualmente, hay que comprometer a los candidatos a la Gobernación con este ineludible compromiso con el Tolima. Ahora, de todas maneras, yo vengo trabajando insistentemente por realzar este macroproyecto.

 

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