Del PC3 y otros demonios

Parafraseando a nuestro Nobel Gabriel García Márquez, por primera vez en la historia judicial de Colombia, surtió efecto una condena contra un integrante del PC3 (1) (Partido Comunista Clandestino Colombiano).

El Juez 27 Penal del Circuito de Medellín, entendió que dicha estructura subversiva secreta es un tentáculo de las FARC; al igual que lo es también el MBNC (Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia).

El primero, nacido de la médula misma del Partido Comunista Colombiano (2) mucho antes que el grupo criminal; y el segundo, su nueva versión, lanzado como “partido político” por alias 'Alfonso Cano' en el Caguán hace 11 años, con transmisión televisada y discursos proselitistas de los cabecillas del secretariado de entonces.

En tal sentido, es una verdadera lástima que la gran noticia sea ciertamente, que un representante de la Justicia en Colombia haya ¡por fin! entendido, que dentro del escenario que plantea el conflicto armado interno en nuestro país, no solamente existen las guerrillas comúnmente conocidas; sino también, unas estructuras clandestinas, subrepticias, que tienen vida propia; mucho más peligrosas que los denominados “frentes”, es decir, los guerrilleros en fusilados que están en la selva y que a diario combaten valerosamente las Fuerzas Armadas.     

Precisamente, recordemos en el año 2009 el suscitado caso de Chaparral, en el sur del Tolima, ampliamente difundido por los medios de comunicación; 16 integrantes del PC3 fueron capturados por el CTI, en un trabajo coordinado con el Ejército Nacional, incluido su cabecilla principal.

Estos sujetos, se habían logrado infiltrar a través de la ONG Asohermosas creada por las FARC, en el macro proyecto hidroeléctrico sobre el río Amoyá; ambiciosa obra de ingeniería construida por la multinacional Isagen, tal como lo han testimoniado decenas de guerrilleros y milicianos desmovilizados, que se entregaron a las autoridades.

Esta “asociación”, casi que tomaba decisiones políticas a nivel municipal, e incidía notablemente en los lineamientos laborales de la empresa y sus compañías contratistas, hasta el punto de decidir quiénes “debían” trabajar en las obras.

Para esta operación militar, la primera en su género en la región histórica por excelencia para el grupo terrorista; se desplegaron tropas helicoportadas para sacarlos de sus madrigueras, desde las entrañas del Cañón de las Hermosas, el refugio de Cano por muchos años. Tal fue el impacto generado con las capturas, que de manera inmediata el “Comando Conjunto Central” de las FARC, encabezado por alias 'Jerónimo Galeano', dado de baja en una genial misión por tropas del Ejército este año; ordenó por varios meses marchas, manifestaciones y por supuesto, un plan tortuga al interior de la mega obra; todo un despliegue mediático perfectamente orquestado como mecanismo de presión.

En efecto, estos personajes debidamente judicializados a cargo de la Fiscalía por el delito de rebelión, fueron enviados a sus casas por el Juez del caso en Chaparral, a quien le pareció la decisión más conveniente, ya que “no representaban un peligro para la sociedad”, y lo más grave, hoy dos años después están libres y no pasa nada.

¡Tamaña equivocación de la Justicia!, que la comunidad y sobre todo la Fuerza Pública ha pagado con creces, pues se incrementaron los campos minados, las extorsiones y los atentados terroristas, sin duda perpetrados por los principales socios del PC3, ¡las milicias!.

Por el contrario, cientos de militares se encuentran privados de la libertad, para ellos no existe consideración alguna, no hay presunción de inocencia; son tratados como los peores delincuentes, y de la noche a la mañana, sus hazañas se convirtieron en tragedia por cuenta de la guerra jurídica, que no es una excusa para no combatir, como afirman irresponsablemente varios analistas, sino una realidad triste, que golpea el honor y la vocación castrenses.

Justamente, este caso en el Tolima cobra hoy especial vigencia con la sentencia judicial histórica en la capital paisa; ojalá no sea la última. Así las cosas, se requiere que Fiscales y Jueces de manera urgente, conozcan la real organización, estructura, planes y “roles”, si así se quiere llamar el accionar delictivo de los grupos armados ilegales; porque pareciera que cuando investigan y juzgan militares, son los más expertos e implacables; pero al enfrentarse en las investigaciones y estrados judiciales ante los verdaderos enemigos del país, se muestran incompetentes y blandos, algunos, casi que rayando con la complicidad.   
 
(*) Analista Político y Militar
 
(1) “El PCCC es una estructura de organismos clandestinos de base y de dirección. Su unidad básica es la célula clandestina, conformada por tres o cinco militantes, voluntarios, seleccionados e integrados individualmente por la Dirección Regional. Concepto tomado del documento de las FARC “Estatutos del Partido Comunista Clandestino Colombiano PCCC“.

(2) “Los futuros líderes de las FARC saldrían luego de los activistas del PCC de este período o de las guerrillas liberales que se convirtieron al comunismo” Tomado del libro “Los documentos de las FARC: Venezuela, Ecuador y el archivo secreto de Raúl Reyes”, publicado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos IISS. P. 37.

Credito
PEDRO JAVIER ROJAS GUEVARA (*)

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