El reto de la creación

Después de dieciocho años de ejercer como Director Musical de la Fundación Musical de Colombia, se retira del cargo el maestro César Augusto Zambrano Rodríguez para dedicarse a desarrollar otros programas que beneficien a la ciudad y a consagrar tiempo a su propio trabajo musical, con el cual ha ganado, con méritos indiscutibles, el prestigio que ostenta hoy en el ámbito cultural de la nación.

Después de dieciocho años de ejercer como Director Musical de la Fundación Musical de Colombia, se retira del cargo el maestro César Augusto Zambrano Rodríguez para dedicarse a desarrollar otros programas que beneficien a la ciudad y a consagrar tiempo a su propio trabajo musical, con el cual ha ganado, con méritos indiscutibles, el prestigio que ostenta hoy en el ámbito cultural de la nación.

El Festival de Música Colombiana, con sus concursos musicales “Príncipes de la Canción” y “Leonor Buenaventura de Valencia”, el primero de interpretación y el segundo de composición, así como el bello programa “Jardines musicales para la convivencia”, se han desarrollado con éxito por su decidido empeño, su entusiasmo y sus conocimientos.

Son muchas las historias que se acumulan detrás de esta labor continua de dieciocho años, que tanto beneficio ha traído para los artistas y amantes de la música nacional. 

Están las reuniones con Doris Morera de Castro, Presidenta de la Fundación, por ejemplo, para la preparación minuciosa cada año de un programa en el que siempre sobresalga el arte, que sean de primer orden los personajes a homenajear como parte fundamental del proceso cultural, la selección de los Duetos participantes y la elección de los jurados, toda una filigrana organizativa en que la meta siempre ha sido nuestra música y el bienestar espiritual de la ciudad. 

Y están las tertulias, las discusiones, los proyectos nuevos y la ansiedad por ofrecer el embrujo de la música y el arte al servicio de la convivencia y la fraternidad.

Y también están las tristezas, las frustraciones, ingratitudes, alegrías y satisfacciones, que quedan opacadas por los resultados que suenan en CDS y en nuevos duetos que continuarán el ritual del canto y de las cuerdas que vibran y aceleran los sueños de nuestra comunidad.

Claro, detrás de toda esa labor hay, sobre todo, un ser humano, un artista, un ser que crea universos nuevos con notas y sonidos, un hombre que se entrega a sus colegas persiguiendo la excelencia, un maestro que orienta vocaciones y estimula talentos para que permanezca viva la llama de la música en nuestros corazones.

Un hombre que ha sabido repartir con eficacia su tiempo entre su compromiso con la Universidad del Tolima, su orquesta y su coro como parte del Centro Cultural, y la dirección artística de la Fundación Musical, que asumiera desde 1995 hasta este mayo de 2013.

Ahora el maestro Zambrano ha de asumir el reto de crear, en la intimidad de su proceso creativo, otras obras, muchas obras, otros proyectos, que a no dudarlo pasarán a formar parte de nuestra historia musical y cultural para orgullo de este tiempo que nos ha tocado vivir.

Credito
BENHUR SÁNCHEZ SUÁREZ

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