Tres mensajes al Gobierno nacional

Alfredo Sarmiento Narváez

1) Sobre cúpula de las FFAA y porte de armas.

¨ Aquí no hay cúpulas de la paz o cúpulas de la guerra¨, afirmó el Presidente Duque en ceremonia de posesión de nuevos mandos de fuerzas de tierra, agua, aire y de la Policía nacional. Atinado y prudente mensaje. Haber dejado prosperar una idea en contrario, sería echar leña al fuego de la polarización que se creó en Colombia cuando ciertos sectores agitaron el imprudente mensaje de que Colombia estaba dividida en dos, entre los amigos y enemigos de la paz.

Enhorabuena, el Presidente firmó decreto para prorrogar prohibición de porte de armas y reiteró en el necesario mensaje de que el monopolio de las armas debe estar en manos de el Estado.

Con estos dos mensajes, el Presidente Duque mantiene coherencia y consistencia en lo que atañe a garantizar una Democracia Segura para Colombia, nuestras fuerzas armadas y de policía siempre han honrado su compromiso al respecto.

2) Sobre venta de Medimás, Esimed, Cruz Blanca.

Ya sabemos lo que infortunadamente pasó con Saludcoop: intervención, proceso liquidatorio en marcha, venta, compra por parte de Medimás, pronunciamientos de la Procuraduría, procesos penales contra Palacino, se mantienen las dificultades de operación por parte de la nueva empresa, etc. Estamos ante un operador privado que opera millonarios recursos públicos de aseguramiento en salud para cuatro millones de usuarios. El Gobierno nacional, en cabeza del ministro de salud, por el evidente interés público asociado al tema, haría bien en garantizar que esta operación se haga de cara a toda la sociedad en su conjunto, evitando cualquier rendija a la suspicacia, con una estrategia de comunicación asertiva, a fin de no dar motivos a sectores políticos cuyo discurso parte de la premisa de que todo lo que hacen otros, y no ellos, responde a lógicas de corrupción.

3) Sobre la declaración de la ONU sobre derechos campesinos

El Estado Colombiano decidió abstenerse de votar la aprobación de la declaración de la ONU sobre los derechos campesinos.

Teniendo claro que el Estado colombiano hubiese podido votar afirmativamente la declaración haciendo explícitas salvedades y teniendo en cuenta que los efectos vinculantes del acuerdo no eran inmediatos y daban espacio a ulteriores debates en el Congreso de la República, soy consciente que los reparos que motivaron la abstención están altamente asociados a complejidad de tener que implementar consultas previas a las comunidades campesinas análogas a las que ya se hacen con comunidades étnicas. Antes que avanzar en consultas previas con otros sectores poblacionales, Colombia necesita revisar cuidadosamente su experiencia con las consultas previas con grupos étnicos, la cual, ciertamente, no ha sido muy afortunada.

Hay profusa normatividad constitucional y legal en pro de los derechos campesinos en Colombia alcanzada visionariamente antes de la Declaración de ONU al respecto. El Gobierno nacional, que promueve la legalidad y el emprendimiento como bases para un pacto por la equidad, sabrá honrar y desarrollar esas instituciones normativas, con un claro compromiso de diálogo social, anticipatorio, preventivo y constructivo con las comunidades campesinas. Se ven venir movilizaciones y protestas sociales campesinas el próximo año.

Felices pascuas y próspero 2019

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