El pequeño comercio es muy competivo

En el último año varios análisis y fuentes estadísticas demuestran cómo el comercio ha sido un importante factor para que los precios del mercado no hayan crecido en forma considerable. Los empresarios han tenido que absorber con su margen, parte de los costos y gastos para mantenerse competitivos en el mercado.

En el último año varios análisis y fuentes estadísticas demuestran cómo el comercio ha sido un importante factor para que los precios del mercado no hayan crecido en forma considerable. Los empresarios han tenido que absorber con su margen, parte de los costos y gastos para mantenerse competitivos en el mercado, pues la mayor oferta y las restricciones económicas han hecho que en todos los segmentos el precio sea un factor importante a la hora de tomar la decisión de compra.

El consumidor se ha favorecido gracias a la audacia en la seducción por parte de las grandes superficies y el comercio tradicional, que ha contribuido a la optimización del presupuesto de las familias.

En la conformación de precios del comercio minorista de gran formato moderno o pequeño formato tradicional juegan varios factores, entre ellos dos muy importantes. 

Uno que se genera entre el momento de la compra y la colocación en el lugar en que se dispone para la venta y se extiende hasta el servicio post-venta que se le ofrece al consumidor. 

Ellos son diferentes valores agregados con los que se llega al cliente y que obligan a incurrir en costos y en gastos directamente relacionados con los segmentos del mercado a los que se llega.  

El otro factor es el referente a los límites que impone el mercado, su evolución y coyunturas, en los que se consideran la situación particular del grupo poblacional al que se enfoca, la competencia, las promociones y descuentos y todas las estrategias comerciales para motivar a sus clientes a ganar mercado.

De otra parte, en las tiendas de barrio, el bajo costo, la nueva filosofía del mercado que rescata la evolución de los conceptos de consumidores a personas, de la honestidad a la confianza, de la notoriedad a la recordación, de la comunicación al dialogo, del servicio al cliente a las relaciones, son estrategias a las que se les atribuye buena parte de la competitividad que mantienen los pequeños negocios en el mercado como una gran alternativa para el consumidor.  

Y estos son factores que difícilmente pueden ser establecidos con una efectividad tan clara por un competidor de mayor tamaño y cantidad de clientes.

Los tenderos administran su relación con los clientes, no con sofisticados software de CRM, sino con un conocimiento estadístico y de seguimiento del consumidor vivencial. 

Conocen al vecino, qué necesidades y qué angustias tienen, segmentan el producto de acuerdo a ellas, y traducen en esta práctica el concepto de consumidor que compra al de personas que viven.

Credito
GEORGE WALLIS

Comentarios