El comercio en los ritmos de la historia

El Congreso Nacional de Comerciantes de Fenalco, que se efectuó en buena hora en la memorable ciudad de Santa Marta, nos recuerda la obra de Gaston Georgel en Los Ritmos de la Historia, que explica los ciclos del devenir histórico.

En efecto, en este ciclo de cinco años, contados desde aquí, a partir del Congreso de 2008, que marcó el inicio de una moderna etapa de la Federación, Fenalco volvió a este precioso rincón junto al mar, con la conciencia de haber sido testigos y en algunos casos protagonistas, de un periodo de cambios. 

Al hacer memoria, desde este mismo punto de perspectiva en el congreso gremial en Santa Marta, nos damos cuenta que se han dado profundas transformaciones en este lustro. Por supuesto, en una historia que nunca será lineal, pues no todas las transformaciones van acordes con lo que hubiéramos esperado, el gremio ha bregado por afrontarlas todas de la mejor manera, nos gusten o no, de cara al futuro. 

Para empezar el recuento de lo macro a lo micro, en estos cinco años el mundo, siempre tan convulso y por enésima vez imprevisible, superó otra profecía catastrófica, advertida en todos los rincones del orbe desde los días del anterior congreso: el llamado ‘Apocalipsis Maya’. Hoy, cinco años más tarde, vemos que ese tiempo de reflexión obligada, durante ese tiempo de inciertas expectativas, acerca del inminente final de nuestra civilización e incluso de la especie humana, ha servido al menos para generar conciencia sobre los ajustes que debemos hacer si queremos preservar el mundo para nuestros hijos y nietos e incluso para sus nietos.  

La problemática económica, política y ambiental del quinquenio no muestra mayores cambios en el mundo, pero son claros los esfuerzos que todos hacemos ahora para promover la responsabilidad social, incluso desde nuestro propio Gremio. Esto marca una tendencia que en pocos años permitiría alcanzar la masa crítica de una comunidad llamada a erradicar, desde todos los niveles de participación humana, los factores que parecerían conducirnos a una enorme crisis ambiental y social.    

Para concluir esta breve síntesis de tener en cuenta la importancia social del comercio en estos ciclos de la historia, que ahora pretenden cerrar la economía, para dar un salto adelante y no pisar en falso, me permito citar al reconocido filósofo italo-argentino José Ingenieros, quien decía hace muchos años: “Conviene que la juventud venere lo mejor del pasado, lo digno de ejemplificar el presente; pero más conviene que sepulte las tradiciones regresivas que en su tiempo fueron dañinas y hoy serían peores”... Confiamos en que el Ministro Cárdenas Santamaría no será inferior a su historia ancestral. 

Credito
GEORGE WALLIS

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