Esta espectacular pyme, que atiende algunos de los más humanos requerimientos, fue fundada por los colombianos Alberto Ríos y William García, “con el propósito de atender las urgencias domiciliarias de Medellín” –expliqué a mis anfitriones Jairo y Germán, a la hora de negociar los honorarios, free-lance, de este artículo. En su página web, continué, Ríos y García resaltan una frase que parece su eslogan: “buscando siempre marcar diferencia al ofrecer una opción”. 

Mis buenos amigos, editores de la revista Fenalco – Centros comerciales, próxima a circular en su 11ª. edición, abrieron sus ojos, como si fueran panorámicos, con esta historia que les conté.  

Como el tema buscaba llevarlos a ser más innovadores a la hora de aumentar los recursos para financiar la publicación gremial, consideré necesario advertirles que ‘ser innovador’ tiene un precio. ¡Pero, que se debe pagar, se debe pagar! –dije, mirándolos fijamente.  

El precio, por ejemplo, que pagaron los emprendedores de ‘Maridos en alquiler’, fue alto. Apenas pusieron el letrero de su negocio, parece que los vecinos los denunciaron ante la Policía. “A qué punto hemos llegado” -dicen que se oyó decir a varias vecinas del barrio Conquistadores, en Medellín.  

Jairo se mostró particularmente interesado en el tema, y preguntó si Ríos y García, ofrecían todos los servicios.  

Sí, le dije, prácticamente todo lo que a una señora sola, abandonada de la mano de Dios a la hora de repartir los llamados ‘machos-alfa’, se le ocurra. Hay algunas señoras, ‘of course my horse’, que tienen marido…, pero es como si estuvieran “muertos y enterrados en Zaragoza”, que no se levantan ni invocando a la Madre Laura.  

Pues yo estoy dispuesto a hacer lo que sea por Fenalco –dijo Jairo, con convicción y un brillo de emoción en sus ojos. 
Pero, la empresa ‘Se alquilan maridos’, ¿si ha sido muy exitosa?  

Pues dicen que han crecido muchísimo a lo largo de estos años. Empezaron con un local pequeño y cuatro empleados. Ahora tienen 35 ‘maridos’ y un almacén de 140 metros, donde también funciona la ferretería, pues Maridos en Alquiler’ basa su portafolio en esos servicios básicos que suelen hacer los maridos, de reparaciones domiciliarias, plomería y eléctricos.