Los colombianos acabamos de acudir a las urnas, para elegir el Congreso de la República, en ejercicio de nuestros derechos democráticos. Para nosotros, los afiliados a FENALCO, es y debería ser más que un derecho, un ‘deber moral’ con nuestras instituciones, nuestros hijos y con la misión de nuestro Gremio que dice lo siguiente:

“FENALCO trabaja por el bien de la Nación y el desarrollo del comercio. Para esto busca la justicia social, lucha por afianzar las instituciones democráticas y promueve la solidaridad gremial, eficiencia y modernización de los empresarios colombianos. Impulsa el desarrollo intelectual, económico y social, de todas las personas vinculadas al Gremio, y es un foro de discusión sobre los problemas del país”.

En realidad, en referencia a nuestra misión corporativa y la democracia electoral, el resultado de todos los esfuerzos que hagamos “por el bien de la Nación”, dependerá en primera instancia del gobierno que hayamos contribuido a elegir. Nuestra entidad está conformada por empresarios de todos los sectores y tendencias políticas, a quienes no podemos imponerles candidatos, pero sí orientarlos, desde la misión aludida, a buscar la justicia social y el afianzamiento democrático.

En este orden de ideas, reiteramos que ese precioso derecho de nuestra democracia, de ejercer el voto, se convierte en una obligación moral. De nuestro esfuerzo por escoger y ayudar a promover la mejor opción democrática, surgirán las mejores posibilidades de que nuestro trabajo para desarrollar nuestra economía y sociedad, teniendo como estrategia la educación de nuestra gente, arroje los mejores frutos.

Las experiencias de gobierno de otros países latinoamericanos nos indican que el tema no es de orientación política. Chile ha tenido excelentes gobiernos de izquierda y también históricos fracasos de esa vertiente. Igual ha sucedido con sus gobiernos de derecha. Nos cabe, entonces, el compromiso de escoger candidatos de la vertiente que queramos pero guiándonos por su trayectoria para el cargo, pues una cosa es elegir a un candidato para Ejecutivo y otro para el Legislativo. Aquí y en el vecindario hemos visto ejemplos patéticos de falta de competencias de ejecutivos elegidos, que sí calificarían en otros cargos.

Las elecciones presidenciales tendrán lugar el último domingo de mayo, que será el día 25, y resultará ganador quien haya obtenido la mitad más uno de los votos. En caso de que ninguno de los aspirantes obtenga esta ponderación de votos, los dos candidatos irán a segunda vuelta, el 15 de junio. Comerciantes, no podemos ser idiotas útiles del voto en blanco ni de la abstención, prepárense para votar por los mejores.