El ébola y la eficiencia del sistema de salud mundial

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En recientes días, los medios de información comunicaron la amenaza del ébola. Este virus, cuya mortalidad puede llegar al 90%, no tiene cura ni tratamiento específico. El tratamiento que se utiliza es de sostén, soporte cardiopulmonar y medicina intensiva.

Esta reciente epidemia de ébola en el oeste de África -Guinea, Liberia, Sierra Leona y en menor escala Nigeria-, y su inherente peligro para la población mundial, ha generado ya tal cantidad de muertes, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó la alerta global.

El peligro de no tomar medidas para evitar el contagio internacional ha revivido la atención mundial sobre el peligro de las ‘pandemias’. Con este vocablo se denomina la afectación humana de una enfermedad infecciosa a lo largo de un área geográficamente extensa. Pero, en el estricto sentido de pandemia, esta debería cubrir ‘el mundo entero’.

Los más de mil 700 casos de ébola detectados en estos países, y la posible pandemia sobreviniente, amenazarían la especie humana en caso de que los sistemas de salud del mundo no tomaran precauciones.

En realidad, tras el anuncio de prevención de la OMS, la Unión Europea calificó de riesgo ‘muy débil’ la propagación del ébola en el continente europeo. La organización continental subrayó que, en el caso de que el virus alcance a Europa, están “preparados para hacerle frente”. Por su parte, el Departamento de Estado de los EE.UU., que ya en pasadas oportunidades ha sufrido contagios de ébola, recomendó a los estadounidenses aplazar cualquier viaje ‘no esencial’ a Liberia, a causa de este virus altamente letal.

El virus, que también podría llegar a Colombia, se transmite por contacto directo con sangre, líquidos biológicos o tejidos de personas o animales infectados. La infección genera una fiebre caracterizada por hemorragias, vómitos y diarreas. De ahí la importancia de que nuestro precario sistema nacional de salud esté pendiente de revisar la llegada de viajeros procedentes del continente negro, sin confiarnos mucho en su baja frecuencia.

Pero el ébola no es la única amenaza que acecha la humanidad. La gripe normal, que afecta a entre tres y cinco millones de personas, genera entre 250 mil y 500 mil fallecimientos a consecuencia de ella. En el siglo XX hubo tres brotes pandémicos de gripe: en 1918, en 1957 y en 1968, conocidas como la gripe española, asiática y hongkonesa. La gripe española, causada por la famosa cepa denominada H1N1, subtipo del virus de la influenza A, produjo entre 40 y 50 millones de muertos.

Aunque estas pandemias forman parte del pasado, esto no significa la desaparición del peligro. Como todo virus podrían mutar y generar pandemias, agravadas porel creciente peligro del fortalecimiento de las cepas de bacterias, que paulatinamente están neutralizando el efecto de los antibióticos. Los sistemas de salud en todas partes, incluido el Tolima, deben generar ante esto la conciencia de prevención.

Credito
GEORGE WALLIS

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