¿Se ganó Colombia el extraordinario de Navidad?

George Wallis

Acabamos de recibir dos premios de Navidad. El descubrimiento del naufragio del Galeón San José, se asemeja al anuncio de que ganamos el premio mayor de una jugosa lotería. Todavía no hemos podido cobrar el billete, ni sabemos con certeza cuanto nos quedará después de impuestos, pero ya podemos al menos atrevernos a soñar. Esto es lo que pensaría cualquier familia mentalmente sana.

Pero no todos piensan igual. Una parte de nosotros, ‘la más reflexiva’, ve la noticia con cierta ‘duda metódica’, de Descartes. En el caso del San José preocupan más las inquietudes surgidas del hallazgo que celebrar el acontecimiento cuasi-milagroso de haberse ganado el sorteo.

No sabemos si los reclamos que empiezan a aflorar de países como España o de la Sea Search Armada, la multinacional cazatesoros que demandó al Estado colombiano, se llevarán una parte del ‘premio mayor’. Tampoco está claro quién es el socio ni porqué el Gobierno decidió contratar de manera directa el rescate del galeón si la nueva Ley de Patrimonio Sumergido prevé la convocatoria de licitaciones públicas para estos casos. Incluso, algunos se preguntan si el galeón San José ya fue saqueado. Buenas preguntas todas, pero...

Pero la noticia del San José aclara mucho el presupuesto de un país que requiere desesperadamente recursos para el posconflicto. Y qué mejor para consolidar la paz, para el progreso equitativo de nuestra sociedad, que hacer estas inversiones sociales con los recursos recién encontrados en el fondo del mar. Nuevamente, los seudo-cartesianos pondrán más énfasis en preguntarse quién ordenó dicha inversión, si el Gobierno o la guerrilla. El resto de los colombianos nos alegraremos por el contrario, solo con la evidente conveniencia del inmenso aporte a las regiones y a las clases sociales más necesitadas.

Como si fuera poco, en este diciembre bendito, el domingo pasado se recibió otro regalo en Venezuela, que puede ayudarnos tanto como el San José. Para entender lo afortunado del hecho, baste citar que pocos días atrás, en Caracas, se habría adelantado una reunión entre el gobierno chavista y los altos mandos del ejército venezolano. Además de los militares patriotas, habrían estado presentes: un general cubano, un par de ministros, el Presidente Maduro y Diosdado Cabello, el Presidente del legislativo venezolano. Maduro, Diosdado y sus alfiles buscaban comprometer a la milicia con una ‘defensa a ultranza’ de la revolución. Entonces, providencialmente, el ejército venezolano se habría negado a atentar contra la democracia.

Esta última noticia, del incuestionado triunfo, asegura el camino de la paz en Colombia, al quitar piso al gobierno socialista aliado de las Farc. Además, gracias a los resultados del 6 de diciembre, Venezuela, podría convertirse pronto en una locomotora del desarrollo de Colombia, un verdadero motor de paz duradera.

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