quien no solo dejó descendencia por el lado de Sara con quien procreó a Isaac, sino que, también con la esclava Agar dejó a Ismael. Ambas vertientes genealógicas serÃan base de dos pueblos distintos, pero con la misma raÃz paternal, los hebreos y los árabes a cuyo mundo pertenece la nación palestina.
En efecto, la vertiente del primero darÃa lugar al pueblo que vivirÃa el éxodo y los mayores quebrantos, infligidos por los reinos poderosos de la época, egipcios y persas, entre otros, sojuzgaron a los judÃos durante siglos, hasta que con la fe de sus profetas y, finalmente de la mano de Josué, llegaron a la realidad de la gran promesa, la tierra prometida.
Asà mismo, la otra vertiente de Abraham, por el lado de Ismael, pasados los siglos, llegaron a tener sus propios imaginarios, que dieron origen al mundo árabe y su profeta Mahoma, serÃa el bastión protagónico de la fe islámica.
Tanto israelÃes como palestinos, han discurrido en vidas errantes y paralelas, pero sin la enemistad de hoy, puesto que sus grandes diferencias comenzaron al final de la segunda guerra mundial, cuando los judÃos luego de vagar y sufrir por el mundo por tantos siglos, acusados hasta de ser los asesinos de Jesús, fueron también vÃctimas del holocausto nazi, y de otros hechos de infortunio, como el hundimiento de un barco con varios miles de judÃos a quienes todas las naciones europeas le cerraron las puertas, hasta que perecieron como náufragos en el Mediterráneo. Fue asà como la Organización de las Naciones Unidas, no tuvo otro tipo de salida que otorgar un territorio a la nación judÃa; el nuevo y empoderado Estado de Israel.
Pero, lamentablemente no hicieron lo mismo con esa otra nación que ha tenido epopeyas similares a las de los judÃos, los palestinos, a ellos también, los ingleses siendo aún la nación dominante, el policÃa del mundo, en los tiempos de la segunda guerra les prometieron un territorio, casi el mismo que entregaron a los judÃos, solo que con los palestinos la promesa no se cumplió.
Si para que se haga justicia con un pueblo milenario, como ocurrió con los judÃos y su Estado de Israel, una nación sin territorio, tiene que pasar por los peores sufrimientos, pues los palestinos ya han vivido horrores extremos, matanzas de sus mujeres y sus niños, del tipo Sabra y Chatila, destierros e invasiones, como las de sus territorios tradicionales, la Franja de Gaza y Cisjordania, hoy ocupados por los IsraelÃes desde la guerra de los seis dÃas en 1.967, que tiempo después provocarÃa el ingreso de los palestinos en una etapa de insurgencia antisemita, rayana en el terrorismo, soportando con altas cuotas de sangre y sufrimiento, todas las retaliaciones de las fuerzas militares israelÃes.
Pero, hoy que los palestinos procuran su derecho por medios polÃticos, ya no existen argumentos, no hay disculpas admisibles para postergar la entrega del territorio que les corresponde, puesto que, ellos son una nación de indiscutible tradición en la zona, son cerca de tres millones de personas, diezmados por la crueldad de sus vecinos y también afectados por el oportunismo de varios de los mismos paÃses árabes.
Por eso, se deben presionar los diálogos y los tratados multilaterales, que permitan mantener la seguridad en la región, pero que al mismo tiempo hagan justicia con esa nación.
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