Son importantes las lecciones que dejaron las elecciones del pasado 30 de octubre, es inevitable mencionar el comportamiento del electorado bogotano, que dio la muestra más clara de cultura polÃtica en el paÃs.
Efectivamente los capitalinos mostraron que tienen sus propias convicciones y que solamente endosan su respaldo, a las mejores ideas o, hacia quien les ofrezca unas expectativas coherentes con su visión de la realidad en cada circunstancia.
Todos los candidatos a la AlcaldÃa de Bogotá tenÃan perfiles de liderazgo aceptables y esquemas programáticos de trabajo que superan los meros 'slogan', pero, en la lucha de las ideas, vencieron las de Petro, aquellas que buscan las mejores cosas para quienes carecen de los medios suficientes para satisfacer necesidades primarias, es asÃ, como planteó conservar la polÃtica de comedores comunitarios, la de proveer suficientes guarderÃas, para los niños de las mujeres cabeza de familia, quienes tienen que luchar solas para su crianza, y que para poder asistir al trabajo, se ven forzadas a dejarlos solos encerrados en su vivienda, de ello ya existen amargos recuerdos de casos en los que estos infantes han muerto quemados dentro de su propia vivienda.
Además, planteó el hoy nuevo alcalde, acercarle las soluciones educativas a los preescolares y fortalecer la gratuidad de este servicio; rescatar para su operación hospitales que otrora se distinguieron por entregar sus servicios a los estratos bajos.
Pero, la lucha férrea contra la corrupción es otro elemento que catapultó la popularidad de Petro, el haber denunciado sin vacilaciones al alcalde de su propio partido, le inspiró la confianza de muchos ciudadanos cansados de los escándalos por el carrusel de la contratación y muchos desmanes más.
Otro grupo de ideas que debió tener alta incidencia en el triunfo, tiene que ver con la tolerancia, su campaña erradicó la ofensa personal y, destacó idea de gobernar con y para todos los grupos de población, incluidos los minoritarios, como los Lgbt, el favorecimiento de la libertad de cultos y creencias, otorgando además acogida a las buenas ideas provenientes de grupos polÃticos diferentes al suyo. Estos planteamientos definitivamente aparecieron en el momento adecuado y fueron aportados por la persona correcta para hacerlos.
Sin duda hay una dosis relativamente alta de populismo en todo el imaginario del nuevo alcalde de Bogotá, que desesperadamente trataron de develar sus competidores, sobre todo al final de la contienda, pero, no hay que olvidar que Colombia es un paÃs casi único en la región, cuya historia violenta no le permitió vivir la era populista, que sà tuvieron muchos otros paÃses del hemisferio, puesto que, quienes pudieron darle esta salida al paÃs murieron en su intento, Gaitán, Galán y tal vez, Carlos Pizarro, son algunos de ellos.
La lección de los votantes de Bogotá, de nuevo haciendo gala de su madurez polÃtica, es tal vez el mejor ejemplo que queda de las pasadas elecciones. Será mucho lo que tendrá que trabajar Gustavo Petro, para poder corresponder a sus promesas de campaña, pero, con su ascenso al segundo cargo público del paÃs, también comienza a acercarse la posibilidad de un presidente de izquierda moderada en Colombia.
Hubo otras manifestaciones positivas derivadas de las pasadas elecciones, en las que se vio como las maquinarias polÃticas más fuertes, cedieron terreno ante la conciencia de los electores, como ocurrió en MedellÃn y el departamento de Antioquia con el alcalde Gaviria y el Gobernador Fajardo.
Es de esperar entonces, que los colombianos derrotemos más temprano que tarde los vicios, las mafias y los grupos irregulares que se tomaron la polÃtica en la mayorÃa del territorio.
Comentarios