Bien por la Alcaldesa de Bogotá

Es realmente difícil que la ciudadanía se forme una opinión y se haga una imagen del alcalde de una ciudad del tamaño de Bogotá,

cuando este solo debe ocupar el cargo por los últimos seis  meses de un gobierno con todas las dificultades que ha tenido y sigue teniendo el período de Samuel Moreno, que no solo dejó la impresión de no tener verdaderos criterios gerenciales  y técnicos para gobernar la capital, sino la de un político superfluo, falto de capacidad de gestión y algo peor, débil en materia moral.

La Alcaldesa Clara López Obregón ingresó en estas condiciones, pero no para pasar un semestre y darse un grato paso por el segundo cargo del país, no, ha debido enfrentar problemas acentuados, la movilidad no puede ser más crítica, las vías de acceso y salida del centro de la ciudad, permanentemente se ven agobiadas por los trancones, y las salidas de descongestión para las diversas localidades, también presentan serias dificultades, como sucede con la vía circunvalar sentido sur – norte, que por deslizamientos graves como el de la calle 89, permanecerá durante varios meses cerrada, con los efectos perversos que esto tiene sobre otras calles tan importantes, como la séptima. A los problemas puntuales de las vías principales, se suma todo el deterioro acumulado de la malla vial que tiene a los bogotanos al punto de la locura y, además, el ingreso anual de cerca de cien mil nuevos vehículos.


Ha afrontado con seriedad y resolución problemas complejos, entre ellos el de la carrera Séptima, que ya tiene un contrato adjudicado, pero, sin la certeza de que esa sea la mejor solución para la movilidad en esta importante arteria, ha estado tratando con la empresa seleccionada para buscarle a esta obra, un viraje que la habilite como un verdadero eje vial, con perfil ambiental o de “corredor verde”, con el menor perjuicio posible para las finanzas del Distrito.


La inseguridad que había sido un problema grave y creciente, lo enfrentó con medidas concretas, entre ellas, la disminución de las horas habilitadas para el consumo de licor, los resultados ya se comienzan a  manifestar, como ocurre con la tasa de homicidios que registra una reducción  del 9.1 por ciento, en el período enero a noviembre 30 de 2011, frente a la misma época del año 2010.


Pero, sin duda el problema que más ha mostrado el talante y las capacidades de la Alcaldesa para la conducción de la ciudad, es la gravísima crisis provocada por la ola invernal que está azotando a Bogotá, como a ningún otro lugar, por  la cantidad de inmuebles inundados, la magnitud de las áreas afectadas y familias perjudicadas, en localidades de la densidad poblacional de Kennedy, Bosa, Fontibón, Suba y Engativá.


Clara López ha afrontado esta tragedia con su presencia y compañía en los lugares afectados, el trámite rápido posible de ayudas alimentarias, desinfección de estos lugares, servicios de vacunación preventiva y subsidios de arriendo temporales. Se la escucha además, poniendo todas sus capacidades en la búsqueda de salidas para atenuar las inundaciones, procurando acuerdos con otras autoridades, para si es preciso, acudir a la inundación controlada de ciertas zonas, buscando quitar presión del agua sobre los lugares habitados, el reforzamiento de los jarillones, inclusive, la búsqueda del apoyo de otros países para obtener motobombas de alta capacidad de evacuación del líquido. Es decir, hace todo lo que le es posible, para proteger a tanta población que vive esta difícil coyuntura. Por todo lo anterior, creo que la Alcaldesa lo ha hecho bien y es justo reconocérselo.

Credito
PEDRO LUIS ZAMBRANO C.

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