Proceso de paz y cultura política

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El proceso de paz con todas las implicaciones que tiene, produce incredulidad para muchos colombianos sometidos a la expectativa de lo incierto, como ocurre con las víctimas de todos los grupos irregulares y del mismo Estado, los militares que sienten la ansiedad de ver en qué terminan las negociaciones y cuál será su futuro como cuerpos armados, luego de que se vaya desmontando el sistema operativo antiguerrillero que ha ocupado la atención de las tropas en cinco décadas, la Policía, cuyos miembros saben que seguramente dejará de ser un cuerpo de guerra, para convertirse en un organismo civil, trabajando en la protección del ciudadano en campos y ciudades. Las empresas, organizaciones y los ciudadanos, que como tributantes debemos pagar el alto costo de esta iniciativa y, por último, los votantes que conferimos un segundo mandato al presidente Santos, para ver la nación pacífica que no conocemos.

Pero, no todo puede ser la incertidumbre y zozobra del tiempo previo al acuerdo y su implantación. Algo tendrá que quedar como capital especial para la sociedad colombiana, derivado del proceso de negociación, ratificación e implantación de los acuerdos, y no es otro que el enriquecimiento de la cultura política de muchos ciudadanos.

En efecto, distintos sectores de población y organizaciones de base, influirán y se verán influidos por el proceso de paz, devotos de la iglesia y agrupaciones religiosas, movimientos por la restitución de las tierras expoliadas por paramilitares, latifundistas y en poder de testaferros, los movimientos descentralistas, progresistas y pacifistas locales, las agrupaciones políticas independientes, asociaciones campesinas, docentes y organismos que representan a las víctimas. Todas estas agrupaciones en mayor o menor grado, se han involucrado en este ejercicio de democracia. Con estos intercambios, muchos colombianos participarán, se informarán y enriquecerán su cultura política, como producto de las negociaciones y la ratificación de los acuerdos.

Pd. Lamentable y dolorosa la masacre que está causando la potencia militar israelita contra los palestinos en la Franja de Gaza, la nación sionista que fue armada hasta los dientes por los Estados Unidos y que ha creado su propio arsenal, se ensaña ahora en su argumentada lucha contra Hamas, con tanta crueldad, que no discrimina y por igual destroza terroristas y población, adultos, niños y jóvenes. El mundo entero parece incapaz de hacer algo, no valen los organismos internacionales, no hay quien pueda detener este genocidio.

Credito
PEDRO LUIS ZAMBRANO

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