Otra dificultad para el proceso de paz

Pedro Luis Zambrano

El hecho de desarrollar un proceso de paz como el colombiano en medio del conflicto es una figura tan especial como difícil de manejar. De esto da cuenta la muerte de diez soldados y un suboficial, en una arremetida que, según la información obtenida hasta ahora, fue tan violenta como premeditada, según los hechos ocurridos en el Norte del Cauca.

Las conversaciones en busca de un acuerdo negociado, venían ocurriendo en un ambiente relativamente distensionado, y la confrontación, aunque denotaba enfrentamientos esporádicos, dejaba en claro el respeto que las Farc habían puesto a su tregua unilateral. Es necesario subrayar la bondad de esa suspensión de hostilidades, como una herramienta eficaz dedesescalamiento del conflicto, ya que logróuna disminución de las acciones armadas cercana al 90 %, frente a las que ocurrían en el tiempo en que estaba activada la guerra.

Pero es claro que una embestida tan grave como la ocurrida en el Cauca, implica un serio problema para el proceso, ya que son varias las evidencias que se comentan en los medios comunicativos, de que no habría sido un enfrentamiento casual o una acción defensiva, sino que fue un hecho premeditado, perpetrado por tiradores camuflados que lanzaron un ataque aleve contra los uniformados, mientras estos dormían. Este aterrador suceso no solo deja un gran dolor en las familias de los militares sacrificados, sino que además sume a una parte importante de la opinión pública, en una duda razonable sobre la verdadera convicción pacifista de la guerrilla.

Sin embargo, lo más grave de la situación es que da la oportunidad a los enemigos de la paz para que disparen contra el proceso, con más interés político que constructivo, toda una andanada de desprestigio, con el fin de obstaculizar al máximo la terminación de los diálogos y hacer imposible la deseada utopía de nuestra convivencia pacífica, en irónico beneficio de esas minorías que se han beneficiado con el conflicto.

Lo que se impone como el mismo gobierno preconiza, es continuar y agilizar las conversaciones, pero que se pueda avistar ya el tiempo de concluir en un acuerdo, porque su prolongación sin un horizonte previsible para su terminación, comienza a sembrar el desánimo en muchos ciudadanos que creen en esta razonable salida para el mayor mal del país.

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