El clima festivo decembrino

Pedro Luis Zambrano

Como ocurre desde hace tiempo, son los medios de comunicación los que indican a las gentes cuáles son los temas y los ritmos que nos deben expandir el ánimo y hacer sentir la alegría decembrina. Por ahora, ese mandato determina que en estos días el tema es la Feria de Cali y las festividades que siguen, la de Negros y Blancos en Pasto, la de Manizales y las corralejas en varios lugares de la Costa Atlántica, entre otras. Los ritmos son los acostumbrados para los fines de año que combinan las inspiraciones de Guillermo Buitrago y toda esa lista de canciones guapachosas que han aparecido y se han quedado para entretenernos en estos días.

Pero al margen de la alegría y las celebraciones, la economía y los otros fenómenos de esta coyuntura siguen su curso y se manifiestan, sin que resulte posible que den una tregua porque estamos en fiestas.

El hecho que en definitiva sigue llamando la atención y afectando cada día a más personas en el mundo, es sin duda el cambio climático, que ocasiona hechos totalmente atípicos, como las temperaturas más altas que las esperadas, en muchos lugares del norte del mundo, en una época de invierno, mientras que en otras áreas, como Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, que están en verano, afrontan inundaciones producto de las intensas lluvias que han incrementado el caudal de los ríos, dejando miles de familias afectadas.

Por el lado colombiano, las cosas tampoco pintan alentadoras: los incendios forestales, en su mayor parte provocados por pirómanos, acelerados por las altas temperaturas, los vientos de la época y la sequedad propiciada por ‘El Niño’ que entra, según la información oficial, en su época de mayor intensidad, incrementan el potencial destructivo de estas conflagraciones, que devoran día a día muchas hectáreas de bosques formados por la naturaleza en cientos de años.

La lista de los municipios afectados se incrementa cada día y los recursos del Estado, hay que reconocerlo, pese a los grandes esfuerzos del personal llamado a combatir contra estos embates del clima global, son pocos, frente a la magnitud de los efectos destructivos de estas fuerzas naturales, que ya entregan al mundo una lección, ojalá no tan dura como lo esperan muchos conocedores del tema. Este será sin duda el problema más difícil y por mucho tiempo.

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