Murió Juan Mario -un hombre de honor- con las botas puestas

José Germán Zarama De La Espriella

Apenas han pasado unas horas del último viaje de la vida de Juan Mario Laserna, uno de los más destacados congresistas tolimenses, finalizado cerca del poético ‘portal’ de Gualanday. La Silla Vacía, un reconocido medio virtual de impacto nacional, hace hoy un recuento a este político e intelectual de talla nacional. La crónica de Juanita León y Juan Esteban Lewin, es un reconocimiento sensible a los logros de Laserna en su fugaz y exitosa carrera en el servicio público (http://lasillavacia.com/historia/juan-mario-laserna-un-hombre-que-busco-el-honor-y-la-gloria-57189).

La vida de Juan Mario, fue en cierta manera predestinada a la gloria por el hecho de ser hijo del fundador de la Universidad de Los Andes. Sin duda esto debió ayudar, además de su destacado perfil académico, para que a sus escasos 23 años fuera nombrado analista del Consejo Superior de Política Fiscal. Gracias a su desempeño, poco después fue nombrado Consejero Presidencial para Asuntos Económicos del presidente César Gaviria Trujillo.

Y desde allí continuó la carrera meteórica de Laserna impulsada, según sus propias declaraciones a la Silla Vacía, por una búsqueda del honor y de morir al servicio de su gente, “con las botas puestas”. En menos de cinco años el joven analista se convirtió en el Secretario Privado del Secretario General de la OEA, César Gaviria, en 1995. Y en tres años más fue designado Viceministro de Hacienda y Crédito Público.

Laserna era ya un tecnócrata tan cotizado, a sus 38 años, independientemente de su afortunado origen, que Álvaro Uribe lo nombró codirector del Banco de la República. Este es uno de los cargos más anhelados por cualquier economista en Colombia.

Pero en un momento dado, Laserna dejó atrás su prioridad de luchar por el honor y la gloria (objetivos en los cuales marcaba distancia con una generación que centra sus valores en el dinero). Fue cuando se lanzó al Senado por el Partido Conservador, bajo el lema ‘La fuerza que construye’. Y, cuando fue elegido, con casi 55 mil votos, se volvió un senador muy destacado. En el Senado fue un defensor de la economía de mercado, pero con un Estado fuerte en la protección de la democracia económica.

Ciertamente, aunque de origen conservador, su sentido social del poder lo llevó a unirse al senador de izquierda, Jorge Robledo. Fue cuando evitaron que Claro se ubicara en posición dominante en el negocio de las telecomunicaciones.

Laserna fue defensor de las negociaciones de La Habana y se consideraba en esta causa aliado del gobierno dentro del conservatismo. Como político cercano a Martha Lucía Ramírez, a quien acompañó en su exitosa campaña presidencial de 2014, Laserna tenía claras posibilidades de ser un futuro protagonista de las elecciones de 2018. Pero su destino era otro. Que en paz descanse.

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