Iniciativas en borrador

Por supuesto que cada uno es libre de opinar y proponer lo que le plazca, pero el Presidente del Congreso debe cohibirse de expresar iniciativas sin elaborar y que seguramente han de chocar con la ley, la constitución y el sentimiento colectivo.

El inicio de la nueva legislatura amenaza con convertirse en fuente de peregrinas iniciativas que deben ser objeto de un severo escrutinio no solamente por parte de los miembros del Congreso, sino de la ciudadanía que debe expresar sus convicciones, sentimientos y actitudes antes de que algunas de las propuestas tomen dinámica propia o hagan tránsito subrepticio y terminen aprobándose a pupitrazo limpio.
Habrá tiempo de desmenuzarlas una a una pero, por lo pronto, se requiere hacer referencia a la propuesta del propio presidente del Congreso, el senador conservador Juan Manuel Corzo, quien enarbola la divisa ya desmerecida de la inmunidad parlamentaria.
¿Habrá necesidad de sumergir al Senador en un diplomado acelerado de historia parlamentaria reciente? ¿Servirá el complementar el curso con un programa de hipnopedia acerca de lo acontecido en el Congreso desde, digamos, el año 1976? ¿Creerá Corzo que con su iniciativa concitará la popularidad entre sus colegas y reavivará el espíritu de cuerpo en el Congreso?
Sin duda los congresistas, como todos los ciudadanos, deben tener el beneficio de la doble instancia judicial y tal derecho está en mora de ponerse en vigencia, pero algún jurista debe acudir en auxilio del Presidente del Congreso para recordarle que no es de buen recibo que se legisle en beneficio propio ni se establezcan condicionamientos para que los legisladores sean quienes determinen si la ley y la Constitución se debe aplicar a sus conductas.
Por supuesto que cada uno es libre de opinar y proponer lo que le plazca, pero el Presidente del Congreso debe cohibirse de expresar iniciativas sin elaborar y que seguramente han de chocar con la ley, la Constitución y el sentimiento colectivo.

EL NUEVO DÍA

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