Lo que sigue en La Habana

Hablar del problema de las drogas ilícitas en Colombia conlleva abordar temas espinosos como la extradición, el cómo y el cuándo se llevará a cabo el desmonte del narcotráfico y de la producción de drogas ilícitas.

iciembre llegará con semanas movidas tanto en actividades y noticias políticas, como en relación con los diálogos de paz que se adelantan con las Farc en La Habana.

A finales de noviembre comenzará un nuevo ciclo de diálogos en torno a un nuevo punto de la agenda, sobre el cual hay enorme cantidad de interrogantes: el problema de las drogas ilícitas. En este tema necesariamente habrá en el trasfondo activa participación del gobierno de Estados Unidos, siendo determinante para el futuro del proceso de paz el apoyo que de tal Estado llegue sobre lo que se logre avanzar en el asunto que comienza a debatirse. Por ello no es una mera coincidencia el que el próximo 3 de diciembre se reúnan los presidentes Santos y Barack Obama.

Hablar del problema de las drogas ilícitas en Colombia conlleva abordar temas espinosos como la extradición, el cómo y el cuándo se llevará a cabo el desmonte del narcotráfico y de la producción de drogas ilícitas. Y en estos temas un actor obligado, que desempeñará papel protagónico, será Estados Unidos.

El asunto no es de poca monta y las posiciones que sobre él hay son radicales. A la mesa de negociaciones llegarán dos posiciones totalmente opuestas: Para el gobierno colombiano y E.U., las Farc son un verdadero e importante cartel de drogas. Las Farc, a través de sus jefes, reiterativamente han argumentado que ellos no trafican con narcotráfico, admiten cobrar un impuesto de gramaje a quienes cultivan y comercian con cocaína. Sobre la posición que en público defiendan los voceros de la guerrilla habrá mucha contradicción y agitada discusión a través de los medios de difusión y, de contera, ello ocurrirá en plena campaña electoral.

Algo que puede abrir muchas puertas es la cooperación de las Farc en la tarea de desarticular las redes de narcotraficantes y de tráfico de estupefacientes. De ello dependen muchas cosas.

Y entre bambalinas este punto de la agenda hará que los negociadores vuelvan a discutir un asunto fundamental: el tema agrario, la tenencia de la tierra en el sector rural.

Así, lo que sigue en La Habana, en medio de las festividades de fin de año, cuando tradicionalmente el ritmo de las actividades cotidianas en el país disminuye, hace afirmar que este será un diciembre movido.

REDACCIÓN EDITORIAL

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