l Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, acaba de revelar un estudio que solo vergüenza debe producir a todos los colombianos, al vez que mover a los gobiernos a actuar en forma pronta y decidida.
Dice el Icbf que en los últimos 6 años han muerto tres mil niños por hambre en La Guajira y que apenas en dos de sus 15 municipios se cumplen los protocolos de las seguridades alimentaria y nutricional.
La terrible noticia contrasta con imágenes recientes que daban cuenta de la destrucción en Riohacha de varias toneladas de alimentos y medicamentos deteriorados que no habían sido repartidos a tiempo entre las comunidades necesitadas, por cuenta de la indolencia de funcionarios dedicados a menesteres menos loables.
El escenario es completamente desesperanzador, pues el Departamento se encuentra con un gobernador interino y en vísperas de realizar elecciones atípicas ya que el anterior titular, Francisco ‘Kiko’ Gómez, está detenido, en espera de juicio, y acusado de un cúmulo de delitos que van desde el asesinato de sus opositores hasta el saqueo de los recursos del erario.
La Guajira tiene alrededor de 850 mil habitantes y cuenta con un presupuesto de 400 millardos de pesos, pero la región aparece como uno de los cuatro departamentos colombianos con mayores índices de pobreza y miseria. Las áridas tierras de la Alta Guajira poblada en su mayoría por indígenas de la etnia Wayú se debate entre la sed, la miseria y la violencia en un zona donde imperan los contrabandistas de gasolina, armas, drogas, tabaco y licor y donde los enfrentamientos políticos también reflejan la disputa territorial entre bandas criminales, señores de la guerra y clanes familiares que se cruzan entre Cesar, Magdalena y La Guajira y llevan su influencia hasta las calles de Barranquilla.
De hecho la elección atípica próxima habrá de disputarse entre las huestes del detenido exgobernador y una facción rival igualmente cuestionada ninguna de las cuales recibe el aval o el beneplácito de las directivas nacionales de los partidos.
En medio de tanta necesidad se observan las obscenas riquezas que salieron a flote cuando los allanamientos a las propiedades de ‘Kiko’ Gómez y los recursos que no benefician a las grandes masas abandonadas y desnutridas que aparecen como el gran contraste entre la abundancia y miseria como son los grandes depósitos de gas de Chuchupa y Ballenas o la energía eólica que ya se explota en la parte alta de la península. En tanto miles se debaten entre la sed y la pobreza y cada día muere un niño de hambre.
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