El meticuloso y parsimonioso proceso de conversaciones que tiene lugar en La Habana arroja resultados sobre los que se ha especulado mucho, a más de otros que no eran predecibles, pero cada día adquieren otras connotaciones.
Sobre los últimos hay algunos que aunque parecen intrascendentes pueden conducir a consecuencias inesperadas, por ejemplo, los efectos de la hospitalidad cubana y la vida muelle en los protagonistas. Basta ver las figuras de los delegados de las Farc que cada vez son más rotundas. Tal parece que la abundancia de “mojito” y “moros y cristianos” ha tenido efectos no fácilmente reversibles en el estado físico y la complexión de los guerrilleros, lo que impediría su próximo regreso al monte. En tanto, el jefe de la delegación del Gobierno, el exvicepresidente Humberto de La Calle se nota cada vez más escuálido y adquiere una figura ascética.
De otro lado muchas han sido las lucubraciones y rumores sobre el alcance de las conversaciones y las supuestas claudicaciones del Gobierno a los requerimientos de los guerrilleros y la confabulación internacional tras bambalinas al punto que personas que se supone ilustradas e informadas han caído presas de los infundios y dan como verdades reveladas las manipulaciones y fantasías originadas en un grupo empeñado en boicotear las iniciativas del Gobierno y alterar la precaria favorabilidad adquirida tanto por las conversaciones como por las acciones gubernamentales que han de confluir (si así sucede) con la firma de la paz.
En el lapso empleado en los diálogos se ha registrado una muy eficaz manipulación de las redes sociales aunada a una permanente acción sobre las comunicaciones de numerosos actores de la vida nacional de las que viene a confirmarse con la denuncia de La Calle sobre interceptación de sus correos y celulares, así como de la permanente aparición de falsos correos y opiniones a su nombre.
Ante esa maraña de maniobras e intrigas el Gobierno decidió pasar al ataque y reveló los borradores que han servido para consolidar los acuerdos obtenidos sobre tres de los cinco puntos de la agenda y ha cogido a los conspiradores fuera de base pues echa por la borda todas la basura y mentiras acumuladas a lo largo del proceso.
Falta ver el efecto que tales revelaciones tiene sobre muchos obnubilados que tenían fe ciega en lo dicho por los conspiradores y sus infundios.
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